Una retrospectiva en Vigo descubre a Paul Strand, el padre de la fotografía moderna

Una mujer observa una de las fotografías incluidas en esta retrospectiva.

Ágatha de Santos

Estado Español.- Paul Strand (Nueva York, 1890-Orgeval, Francia, 1976) fue un pionero en muchos aspectos. Considerado el padre de la fotografía moderna, se adelantó al neorrealismo italiano como director de documentales, faceta que cultivó durante ocho años tras el crack de la bolsa de Nueva York, y fue el primero en publicar libros de fotografía con la intención de socializar el hecho fotográfico.
"Strand es el creador de la imagen objetiva, la que no debe nada a otras artes como la pintura sino que tiene valor propio. Sin embargo, es un gran desconocido para el público en general", asegura Rafael Llano, profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y comisario de "Paul Strand. Retrospectiva 1915-1976" que se inaugura esta tarde en la sede de la Fundación Barrié de la Maza de Vigo. Se trata de la primera retrospectiva de su obra que se realiza en España, y que ya pudo verse en la sede de la fundación en A Coruña, y reúne 114 imágenes, divididas en diez secciones temáticas, que abarca la totalidad de su carrera.
Aunque el fotógrafo neoyorquino cultivó con genialidad todas las temáticas, dos son una constante en su carrera: la máquina como referente del progreso de los pueblos y el retrato de la gente corriente. "Al final de su carrera -comenta el comisario- hay una especie de síntesis donde el paisaje, la maquinaria y el retrato parecen integrarse".
Dos momentos son cruciales en la vida y obra de Strand. El primero, el crack del 1929, que hace que el fotógrafo desplace su mirada hacia el cine como una forma de llegar a un público más numeroso. Así, durante ocho años se volcó en el género documental. "Se trata de un cine de fuerte contenido social, centrado en el hombre cotidiano, que se adelanta al neorrealismo italiano, y con una fotografía muy cuidada", explica Llano.
El documental
La retrospectiva incluye en sala la proyección continua de "Mannahatta" (EE UU, 1921), "una visión abstracta de la ciudad de Nueva York", según la directora de la Fundación Barrié, Marta Rey. Además de ésta, la entidad ofrece los días 22 de octubre y 19 de noviembre, dentro de las actividades paralelas a la exposición, "Redes" (México, 1934), en versión original en castellano -dirigida por Fred Zinneman y Emilio Gómez y con Strand como director de fotografía-, y "Native Land" (EE UU, 1942), que codirige con Leo Hurwitz.
El otro acontecimiento que supone un punto de inflexión en Strand es la "caza de brujas" que emprende el Gobierno de McCarthy a finales de la década de los cuarenta. "A pesar de no estar encausado, Strand, gran defensor de los derechos humanos y de las libertades, decide exiliarse a Francia, donde reside hasta su muerte", explica el comisario.
Su contacto con el viejo continente remarca el contenido social de su obra. "Tras el crack del 29, Strand vuelve su mirada hacia los pequeños pueblos de EE UU y hacia otras culturas como México, donde descubre la relación entre el trabajo del hombre y la naturaleza, y en Europa redescubre este vínculo", dice Llano.
Con motivo de esta retrospectiva, la fundación ha editado la primera monografía sobre el fotógrafo estadounidense, "Paul Strand. En el principio de Manhatan", que reproduce las 114 imágenes de la exposición e incluye un ensayo de Rafael Llano sobre Strand, ilustrado con obras no sólo de éste, sino también de otros fotógrafos norteamericanos como Alfred Stieglitz -dueño además de la primera galería donde expuso Strand-, Lewis Heine y Clarence White.
Esta retrospectiva, que se complementa con visitas guiadas y talleres para niños, ha supuesto dos años de trabajo y repasa, por primera vez, toda la trayectoria de Strand, y ha sido posible, dice Llano, gracias a la colaboración de la Aperture Foundation, depositaria de la obra del artista, y el Philadelphia Museum of Art, que han prestado las 114 imágenes que podrán verse en Vigo hasta el 11 de enero. "Otras fotografías que nos hubiera gustado incluir sin embargo son custodiadas celosamente por los coleccionistas", reconoce Llano.

Fuente: Faro de Vigo