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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

miércoles, 29 de octubre de 2008

Lewis Carroll, fotógrafo

Magalí Urcaray

Charles Lutwidge Dodgson, Lewis Carroll para todos, no fue sólo el genial autor de Alicia en el País de las Maravillas y su continuación, Alicia a través del espejo, sino que junto a la literatura cultivó otra rama artística en la que fue reconocido póstumamente: la fotografía.

Su afición comenzó en 1856, primero por influencias de su tío, más tarde por las del fotógrafo Oscar Gustav Rejlander, uno de los pioneros en la fotografía artística del momento. En poco tiempo, Carroll dominó la técnica e hizo de la fotografía un medio de expresión de su filosofía interior; a través de ella trató de combinar los ideales de belleza y libertad con la inocencia edénica, en donde el cuerpo humano podía ser disfrutado sin sentimiento de culpa. El pecado original fue sustituido por la divinidad innata, como afirma su biógrafo, Morton Cohen. Para él la belleza era el culmen de la perfección moral, estética y física. Por supuesto, estas teorías no fueron vistas con buenos ojos por la sociedad victoriana ni por los principios anglicanos que él mismo representaba como sacerdote.

Ahora Phaidon edita un volumen en el que se recoge más de medio centenar de las fotos realizadas por Carroll. Al parecer más de la mitad de la obra fotográfica que se conserva son retratos de niñas, si bien debemos tener en cuenta que sólo ha llegado hasta nosotros un tercio de las fotografías totales que realizó. La modelo más repetida es la hija del deán de la catedral de Winchester, a la que Carroll retrató desde los 4 hasta los 16 años; también podemos encontrar fotografías de la niña que le sirvió de inspiración para ‘Alicia’, Alice Liddell. Durante un tiempo se creyó que Carroll había destruido o devuelto a las familias las fotos de desnudos, pero se han encontrado seis, de los que se han publicado cuatro. Fueron estas fotografías las que alimentaron el rumor sobre sus tendencias pedófilas.

Junto a los retratos infantiles, Carroll fotografió a numerosos personajes de la sociedad de la época, como el poeta Alfred Tennyson o el escritor y pintor Dante Gabriel Rossetti.

En suma, las casi tres mil fotografías que realizó a lo largo de 24 años (abandonó este arte en 1880) son fiel testimonio de la Inglaterra victoriana. Esta rama de su actividad artística fue reconocida tras su muerte, en parte gracias al apoyo del Círculo de Bloomsbury y de los fotógrafos del pictorialismo.

Editorial Phaidon
128 páginas
ISBN: 9780714842820


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