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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

lunes, 20 de octubre de 2008

La vida a través de un visor

Treinta y cuatro años enrolado en el circuito avalan la experiencia de Angelo Tonelli, fotógrafo oficial del Masters Series de Madrid

ALEJANDRO CIRIZA

"Antes, el tenis era un familia. Ahora, todo es dinero". Treinta y cuatro años retratando a las grandes figuras del tenis convierten a Angelo Tonelli, fotógrafo oficial del Masters Series de Madrid, en uno de los personajes más carismáticos de los centros de prensa del circuito. Cámara en mano, Angelo ha recorrido medio planeta para captar las mejores instantáneas del mundo del tenis. Un intenso periplo, cargado de horas de aeropuerto e infinidad de partidos, que le ha conducido a ciudades como París, Nueva York, Hamburgo o Toronto. Miles de kilómetros a sus espaldas "en busca del instante, de lo efímero", porque para él, el ojo clínico de los Masters Series, "una buena imagen depende de una decisión que se toma en milésimas de segundo. Se trata de ver lo que otros no pueden ver".

Por fortuna, la fotografía ha evolucionado mucho desde que Angelo iniciase su carrera en 1959 en una agencia de Bolonia, su ciudad natal. El revelado, las tiras de película y las cámaras analógicas han dado paso a la era digital, en la que "todo es mucho más sencillo. Quizá, ha perdido algo de esencia, pero ahora se trabaja mucho más rápido". En los albores de su dilatada carrera, Angelo experimentó la versión más cruda de su profesión. A través de su objetivo fue testigo de grandes catástrofes y desastres naturales que le hicieron replantearse algunas cosas. "Un día, me ofrecieron dedicarme a la fotografía deportiva. Comencé con algunos partidos de baloncesto y algunas competiciones de invierno, pero me dije: Angelo, ¡se te van a congelar los dedos!".

Así desembarcó en el escenario del tenis. Roma, Wimbledon y Roland Garros fueron las primeras experiencias de una etapa en la que ha convivido con los personajes más legendarios de este deporte. "Hace veinte años, todo era muy distinto. Te sentabas a comer con Wilander y el tenis era una gran familia". Pese a que los tiempos han cambiado, Angelo no. Todavía conserva la simpatía y la austeridad que le han permitido entablar muchas amistades dentro del circuito. Por ejemplo, la de Federer. "Roger es un buen amigo, un tipo muy cercano. Al fin y al cabo, pasamos muchas horas juntos". Precisamente, el que está considerado como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos es también el más fotogénico según Angelo. "Tiene una elegancia única. Nadal y Djokovic son muy expresivos, dan muchos saltos, pero él es el más estético. Es muy presumido y bromea mucho conmigo para que le saque buenas fotos".

Wimbledon, un momento mágico

Después de tantos años alrededor de las pistas, Angelo conserva dos momentos especiales grabados en sus retinas. Como buen italiano, "la eliminatoria que nos enfrentó a Chile en 1976. Jugábamos allí y el ambiente era muy hostil". El otro, más reciente, alude a la final de Wimbledon de este año, disputada el pasado 6 de julio. "Fue un partido vibrante, mágico. En esta ocasión venció Nadal, pero la atmósfera que se creó en Londres fue increíble. Los aficionados sabían que estaban asistiendo a una cita especial. Yo estaba trabajando, pero al final, la pasión que transmiten termina por absorberte". Al igual que su profesión, a la que le ha dedicado media vida y que a veces pasa factura. "Es difícil si tienes familia. Estas constantemente viajando, siete u ocho meses alejado de casa durante el año. Mi mujer me pregunta: ¿Cuándo lo vas a dejar? Pero en el fondo, sabe como soy".

Como todo maestro, Angelo tiene sus secretos a la hora de trabajar. Para él, la fotografía es "una mezcla de técnica y estar en el sitio adecuado, pero ante todo, un ejercicio de intuición. Durante los partidos estoy prácticamente todo el tiempo parado. Mis colegas me vacilan: ¿Angelo, por qué no trabajas un poco? Pero en realidad, saben que tarde o temprano llegará mi momento. Desenfundo la cámara y obtengo la foto". Hoy finaliza el Masters de Madrid. Como cada día, Angelo aterriza en el Pabellón de cristal con su cámara y el portátil en el que descarga y edita sus instantáneas. "Buon giorno. ¿Come estai campione?", le saluda uno de los periodistas de la zona de prensa. Angelo se instala en su mesa y prepara su cámara. La vida sigue. Una vida en imágenes.

Fuente: El Pais


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