El fotógrafo Horacio Villalobos asegura que la imagen del presidente chileno saliendo de La Moneda con casco no es la postrera.

ISABEL BUGALLAL.

Armado con su Leica, el fotógrafo argentino dice que su único mérito es haber estado en el lugar preciso en el momento oportuno, es decir, en Santiago de Chile el 11 de septiembre de 1973, el día en que el general Augusto Pinochet se levantó contra el presidente Salvador Allende.

Eso le permitió a Villalobos tomar la que cree es la última fotografía de Allende con vida, en la que se ve al presidente chileno saludando desde el balcón del palacio de La Moneda.
La archifamosa imagen de Allende con casco, acompañado de guardaespaldas y militares armados, que se llevó el premio World Press ese año, no puede ser la última, explica Villalobos, afincado en París desde hace unos años y desde donde dirige la EPA (European Pressphoto Agency) para Francia y Luxemburgo.

Villalobos, que trabajó como free lance para las agencias UPI y AP y para las publicaciones Time. Newsweek, The New York Times y Business Week, sostiene que esa foto de Allende, en la que va armado con un fusil, fue tomada unos meses antes, el 29 de junio de 1973, durante el fallido golpe militar conocido como el tancazo.

La foto, cuya autoría es otro misterio, fue adquirida por The New York Times y miles de veces reproducida, pese a las objeciones que le pone Villalobos, quien dice conocer al menos a cinco fotógrafos que se la atribuyeron.

"Son datos absolutamente objetivos", dice, como los dos uniformados que acompañan a Allende en la imagen "a pesar de haber sido abandonado por los carabineros", que es el cuerpo que constitucionalmente tiene que proteger al presidente de la República.

Uno de ellos, el que se ve a la izquierda de la foto, lleva un brazalete en el brazo, como "los que usaban los leales en el tancazo", explica Villalobos: "Aunque se lo hubiese puesto ese día, después de la foto que yo tomé no podía haber un militar de carabineros, ya se habían ido. La única certeza, pues, es que esa fotografía no es la última".

El 11-S de 1973, Horacio Villalobos tenía 27 años y había llegado la víspera a Santiago de Chile enviado por la revista Times a fin de fotografiar a Allende para una entrevista, como estaba acordado. Llegó poco después de las 8 de la mañana y se encontró con las tanquetas.

A las 09.20 horas, hizo la foto de Allende saludando desde el balcón a unos jóvenes que tratan de infundirle ánimos: "No sabremos nunca cuál es la última foto del presidente con vida. Yo presumo que es la mía, puesto que dos minutos más tarde es abandonado por los carabineros".

Lo presume él y lo asume la Presidencia de Chile, asegura, que adquirió su fotografía a la Agencia Corbis, que se encarga de distribuirla.

"Lo importante es que mi foto es la que aparece, y no la otra, en el catálogo oficial que se editó con motivo del treinta aniversario de la caída de Allende", afirma Villalobos, que pidió a la fundación World Press que al menos eliminase de su premiada imagen la mención de que es la última fotografía de Salvador Allende con vida.

Horacio Villalobos imparte hoy un taller de fotografía organizado por la Diputación con motivo del premio Luis Kasado, bajo la dirección de Xurxo Lobato.

Fuente: La Opinion Coruña