Badia funde ´En Barcelona´ su mirada poética y realista

El canario salvaguarda en sus negativos la memoria de la ciudad que lo acogió hace 30 años

MAYTE MÉNDEZ

Estado Español.- Santa Cruz de Tenerife Una amalgama de sillas olvidadas en las que antaño se sentaron los milicianos retratados por Capa mueren calladas en Las Ramblas. Una pareja que se besa en el corazón del Macba ajena a un fotógrafo que graba su amor en un negativo. Un grafitti que ya no existe en una de las calles de El Raval. Maniquíes con identidad, un mendigo cuya vergüenza le roba el rostro. Así son algunas las escenas que se hacen eternas en las Fotografías del tinerfeño Rafael Badia, imágenes que pueden verse hasta el 7 de noviembre en la sala de exposiciones de la sede central de Cajasiete en la capital tinerfeña y que son el resultado de "una pasión": caminar por las calles de Barcelona, la ciudad en la habita desde hace treinta años.

A medio camino entre "la fotografía parisina de posguerra y la fotografía de calle americana de los años 60", las instantáneas que Badia reúne En Barcelona (1995-2008) demuestran "el amor" que este "barcelonés de la comarca de Anaga" siente por la Ciudad Condal y lo hace con una gran dosis de sinceridad. "Aunque algunas de las fotos parezcan muy equilibradas y preparadas, yo jamás preparo o pacto una imagen", reconoce el propio creador que en la actualidad imparte clases de fotografía en la Universidad Politécnica de Cataluña.

En este sentido, Rafael Badia confiesa que él jamás monta ni modifica una fotografía. "La mía es una fotografía completamente libre, porque yo no tengo que darle respuestas a nadie", explica el también editor gráfico de revistas y libros de viaje quien no duda en afirmar que los fotógrafos "siempre" están intentando "dejar memoria de lo que pasa a su alrededor". De hecho, cinco de las veinticinco fotografías que cuelgan en la sala tinerfeña muestran "espacios" o "cosas" que ya no existen, que han desaparecido y que serán eternas gracias a Rafael Badia.

Un obrero de la imagen. Aficionado a dar grandes paseos por el corazón de Barcelona acompañado siempre por su cámara analógica Nikon FM2, "una obrera de la fotografía", Badia asegura que sus trabajos no son objeto de una búsqueda intencionada sino que las escenas que se derraman sobre sus negativos son aquellas que han sorprendido a sus ojos.

Además, cada una de estas imágenes poéticas, realistas e incluso irónicas y críticas tienen "su propia historia", unos relatos que en forma de versos aparecen en el libro A Barcelona, un trabajo aún por publicar que recoge un total de 80 imágenes de Badia, veinte de las cuales se exponen en Tenerife. "Mis poemas son muy fotográficos y mis fotografías muy poéticas", estima el tinerfeño que es consciente de que "la ciudad más difícil de fotografiar es la tuya propia porque se ha rutinizado la mirada, porque cuando miras lo haces muchas veces sin ver de verdad".

"Es más fácil fotografiar Viena o Berlín que el sitio donde vives", cree el profesor que adelanta que cada imagen que aparece publicada en su libro o expuesta en sus exposiciones se conecta de un modo u otro con la imagen anterior. "Quiero mirar mi ciudad con ojos frescos", asegura este artesano de la imagen que reconoce que "fotografiar Barcelona es su vida". Sin embargo, y pese a que el encanto de la ciudad de Gaudí le ha robado el alma, Badia que se reconoce un fotógrafo "más de reflexión que de acción" se plantea hacer una serie sobre su Isla.

Un nuevo flechazo. "Me encantan las ciudades con buenos museos, cafeterías y tranvía. Y por eso, me he vuelto a enamorar de Santa Cruz", agrega el creador de En Barcelona mientras aclara que pese a controlar perfectamente la técnica digital aún sigue siendo fiel a la fotografía analógica por que ésta le da una sensación de materialidad. "Me gusta mucho la pintura, la literatura... y la fotografía analógica me da esa posibilidad táctil", explica Badia para quien "la fotografía es su medio de expresión", su necesidad, esa que lleva atada a su persona desde que era tan solo un niño, cuando ya paseaba con su padre haciendo fotos.

Fuente: Fotografia en Canarias