La joven fotógrafa Sanne Goubin posa junto a algunas de sus imágenes.

L. Pérez - S. G. Mendoza

Estado Español.- Desde las fotografías de Joseph-Nicéphore Niépce, considerado uno de los primeros fotógrafos en preservar la imagen en papel gracias a una construcción primitiva en madera, hasta las actuales reflex digitales, la tecnología ha permitido la aparición de cámaras con todo tipo de componentes, con los que los profesionales obtienen resultados cada vez más precisos, rápidos y artísticos. Sin embargo, ninguno de estos componentes son imprescindibles para realizar fotos de calidad artística, y así lo demustra Sanne Goubin, una joven fotógrafa de la ciudad francesa de Bretaña, que expone en la sala Pupa Tattoo Art Gallery una muestra de sus trabajos realizados con la cámara estenopieca, basada en el principio de la cámara oscura de Leonardo Da Vinci.

La artista lleva en Granada desde hace tan sólo un año y medio y fruto de sus vivencias son algunas de las fotografías que recoge esta exposición. Once instantáneas en blanco y negro con la arquitectura de Granada y Francia como tema muestran una visión de estos lugares muy especial. Son imágenes con efectos de gran angular, con las deformaciones e inversiones características de esta técnica. "Estos efectos son precisamente lo que más me llama la atención de esta técnica", confiesa Goubin. Imágenes imposibles que evocan el mundo de la fantasía, el toque mágico de la varita del artista que convierten a la Catedral de Granada en una imágen vertiginosa, creativa, nueva, e imposible de apartar de la mirada. Las escenas más cotidianas de la calle se convierten en fotogramas de una película de ficción en las manos de esta joven artista que juega con el blanco y negro, la luz natural, una lata y una creatividad que aflora desde su mirada.

Esta artista francesa hace fotos con una lata preparada por ella misma para ser esa cámara oscura como la que trajo la magia de 'petrificar' la imagen y permitió creaciones posteriores como el cinematógrafo. Con un papel negro envuelve el interior de una lata, introduce el papel fotográfico y después la cierra de forma hermética para evitar el paso de cualquier rayo de luz. Una vez preparada 'la cámara', Sanne Goubin abre un pequeño orificio el tiempo necesario para que entre la luz precisa y cronometra el paso de la luz que penetra en el interior. Una vez que ya tiene capturada la imagen, revela las fotos en su "pequeño cuarto de baño", que le sirve de cuarto rojo. Es esta cuestión de espacio la que limita el tamaño de sus fotos, según cuenta la fotógrafa francesa.

Para Goubin, la caja fotográfica es una técnica "muy pura", que le permite obtener los resultados que busca exactamente, sin tener que retocar posteriormente la foto. Pero además de una fotografía artística, esta técnica le ha permitido una actividad muy reconfortante personalmente en Senegal: impartir clases a niños sobre cómo construir su propia caja, utilizarla y ha revelar sus fotos. La cámara estenopeica es su maquinaria de trabajo habitual, aunque reconoce que le encantaría poder utilizar cámaras fotográficas corrientes si el presupuesto se lo permitira."Me gustaría comprar una cámara pero poco a poco", aclara.

A pesar de su corta edad, Goubin cuenta con una larga trayectoria como reportera gráfica. La fotografía es el arte que la ha visto crecer y desde sus inicios ha experimentado con diversas técnicas con las que poder reflejar "una pasión". Su formación es académica, ha estudiado en escuelas de fotografía de Francia y su buen hacer le ha recompensado con los premios en varios concursos en esta disciplina.

Ha trabajado en varios estudios fotográficos, donde ha realizado reportajes de bodas o fotos de estudio. Y después de este recorrido profesional y académico decició probar suerte con la caja estenopéica. Anteriormente empleaba cámaras réflex y también se ha introducido en las nuevas técnicas digitales, pero afirma que "es algo muy distinto. Prefiero utilizar mi lata, me siento más cómoda y el trabajo es mucho más simple". De este modo se confirma la regla que el verdadero artista suple la falta de medios técnicos con creatividad y magia. Ningún Van Gogh perdió calidad artística por pintarse sobre sábanas hervidas en lugar de lienzos.

Fuente: Granada Hoy