Quickribbon

CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

domingo, 14 de septiembre de 2008

HISTORIA El arribo de los daguerrotipos e imágenes en papel:

Entre cámarasEl fotógrafo chileno Manuel Domínguez capturó esta imagen que retrata a unos jóvenes aficionados al cine. Los hombres están probando sus equipos de filmación.
Foto:COL. JOSÉ PABLO DOMÍNGUEZ LIRA

La fotografía se instala en Chile

Los adelantos tecnológicos de este arte en Francia, en el siglo XIX, no tardaron en trasladarse a Chile. Primero fueron los daguerrotipos, y luego, en 1851, las primeras imágenes en papel. Revisamos aquí cómo los paisajes chilenos se transformaron en fotografías, y el camino para realizar esta investigación.

19 de agosto de 1839: los artistas e intelectuales de Francia reconocieron que se iniciaba una nueva época. Louis Jacques Mandé Daguerre acababa de dar a conocer su invento, una placa de cobre que expuesta a la luz y luego revelada en una solución de mercurio, capturaba nítidamente imágenes de la realidad. Había nacido el daguerrotipo.

El primer intento de ingresar a Chile una "cámara lúcida" para realizar daguerrotipos fue en 1840. Resultó un completo fracaso. El barco que la traía desde Europa, la corbeta "Oriental", perdió su cargamento en las aguas del puerto de Valparaíso por el movimiento de la nave. La segunda hazaña se trató de un daguerrotipo que venía desde Francia para el Instituto Nacional, y no tuvo mejor suerte: se deshizo por los saltos de la carreta que lo traía desde Valparaíso a Santiago.

El tercer intento tuvo, por fin, buen resultado. En octubre de 1843, el francés Philogone Daviette trae consigo su máquina y se dedica a retratar a los ciudadanos. A pesar de que la calidad de las imágenes era defectuosa y las críticas de los clientes se hacían sentir en los diarios de la época, con Daviette se inicia el desarrollo de los daguerrotipistas en Chile. Al poco tiempo, llegaron decenas de profesionales al país a difundir la técnica.

Su introducción significó una mayor difusión del retrato. Antes de él, quien quería perpetuar su imagen debía contratar a un pintor y posar durante largas horas.

Los primeros daguerrotipistas viajaban de ciudad en ciudad, y anunciaban sus visitas en el periódico local. Arrendaban una pieza, permanecían dos o tres días, y se retiraban. En la sociedad, este formato fue canal de ostentación y alarde. Los clientes muchas veces mandaban a pintar de dorado sus joyas en el retrato, encargaban costosos trajes de Europa y creaban fantasiosas escenas. Luego, la imagen era enmarcada en un macizo marco.

En 1851, en Valparaíso se vive una nueva revolución en la imagen: los alemanes Alexander y Boehme dieron a conocer un método traído del viejo continente, que consistía en reproducir las fotografías en papel.

En los años siguientes, los retratistas se dividieron entre daguerrotipistas y fotógrafos, como se llamó a quienes usaban el nuevo sistema. En 1859, Pedro Emilio Garreaud, miembro de este segundo grupo, sentenció con una célebre frase la muerte del antiguo método: "¿Quién pensaría todavía en dejarse retratar al daguerrotipo?".

La fotografía en papel implicó abaratar aún más los costos de las imágenes, realizarlas en menor tiempo y, lo más novedoso, crear múltiples reproducciones de una sola toma. Con esto el retrato alcanza cierta masividad, y se crean exitosos formatos como las Carte de visite. Esta práctica consistía en producir numerosas fotografías de señoras y caballeros, todas en tamaño de tarjeta de presentación, para que luego ellos las repartieran en las casas que visitaban. En los hogares, entonces, se comenzó a coleccionar álbumes con los retratos recibidos.

Los fotógrafos ya no itineraban por las ciudades; abrían sus oficinas propias y poco a poco salieron a retratar paisajes y exteriores. La mayoría de ellos, de origen extranjero, se sorprendía con las panorámicas y las costumbres americanas, por lo que fueron constantemente objeto de retrato. Nacieron así álbumes con vistas de las distintas zonas de Chile.

Finalmente, en la década de 1880, a los profesionales se sumó un nuevo tipo de fotógrafo: el aficionado. Con una cámara encargada desde Europa, personas de distintos oficios dedicaban su tiempo libre a este arte.

Con el trabajo de los primeros fotógrafos radicados en Chile, entre los que destacan apellidos como Helsby, Rowsell, Garreaud y Spencer, aproximadamente desde 1850 comienza a quedar registro de los personajes, paisajes, costumbres y tradiciones de un país que desde hace pocos años conoce la independencia.

Un trabajo en equipo
|
Participaron en la investigación que dio lugar a este especial: Hernán Rodríguez Villegas, director del Museo Andino; la periodista Constanza Rojas; Samuel Salgado, actual director del Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico (CENFOTO), e Ilonka Csillag, ex directora del CENFOTO.

Fuente: El Mercurio


0 comentarios:

Template Design | Elque 2007

ir cabecerair cabecera