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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

domingo, 10 de agosto de 2008

Málaga bajo las aguas

Calle Mármoles. Animales muertos y la marca del agua en las fachadas.
Archivo Pepe Lara

Pepe Lara muestra por vez primera todas las fotografías realizadas hace 101 años por su abuelo José Pérez Quintero, un calderero aficionado a la fotografía, quien cámara en ristre plasmó los efectos de la ´riá´ de 1907.

ALFONSO VÁZQUEZ

Estado Español.- Los estragos de la riada del 23 al 24 de septiembre de 1907 han vuelto a salir a la luz con fotos nunca publicadas en su totalidad, gracias al escritor Pepe Lara, nieto de José Pérez Quintero, que ha conservado las fotografías que de la tragedia realizó su abuelo.
"Mi abuelo era calderero y se dedicaba a la reparación de objetos de metal, pero también era fotógrafo: tenía una de esas cámaras que echaban humo al disparar la foto", cuenta Pepe Lara.
José Pérez, que trabajaba en el negocio familiar de ´El velón´, en la calle Carretería, llegó a compaginar este trabajo con el empleo de fotógrafo profesional (retratista), junto al taller de forja. También realizaba su trabajo en el Parque.
Pepe Lara recuerda cómo de pequeño, en los años cincuenta, su tía Victoria le dejaba esas fotos originales de su abuelo para que se entretuviera. "Yo las ponía en fila una y otra vez y el jugar con ellas despertó en mis años infantiles una inquietud por Málaga, por sus barrios y sus gentes".
A pesar del ´trajín´ de los juegos, el nieto conservó las nueve fotografías originales, que hoy pueden verse en el reportaje.
En cuanto a la cámara con la que José Pérez Quintero realizó las fotos, la madre de Pepe Lara la vendió a unos turistas en 1960.
Las fotografías, tomadas poco después de la tragedia, muestran una Málaga conmocionada por la fuerza de las aguas, que en algunos rincones llegó a alcanzar los cinco metros de altura. Aunque también afectó al centro, los barrios más castigados por la riada fueron El Perchel y La Trinidad. Y eso que, en Málaga capital, no llovió durante la noche del 23 al 24 de septiembre, pero las lluvias caídas en la parte alta del Guadalmedina propiciaron el desbordamiento del río.
La riada hizo desaparecer el puente de la Aurora, que como si fuera una ficha de dominó se llevó por delante el de Santo Domingo, obstruyendo a su vez el de Tetuán, lo que provocó que las aguas subieran aún más.
Además de centenares de viviendas, resultaron dañadas las iglesias de San Juan, San Pablo, La Aurora y Santo Domingo, cuyo interior, con una lengua de barro, puede apreciarse en la foto.
Una veintena de personas falleció y las pérdidas se evaluaron en cinco millones de pesetas.
La cámara se adentra en la tragedia y muestran el bullicio de las calles más castigadas de la Trinidad y El Perchel, con gente asomada a los balcones o llenando las calles para comprobar los daños. En una de ellas, tomada en la calle Padre Miguel Sánchez, Pepe Lara aventura que podría tratarse de una cola para recibir un jornal, mientras la escoltan el barro y animales muertos.
La tragedia de 1907, el año de la ´riá´, trajo consigo múltiples estudios para defender la ciudad de las embestidas del río Guadalmedina.
La cámara de un inquieto calderero malagueño fue el testigo de esos días que hoy regresan 101 años después, ya con las aguas más calmadas pero con un río, todavía, ´en estudio´.

Fuente: La Opinion de Malaga


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