Se estrena hoy en Zarautz una película que combina fotografías con las opiniones de expertos en la materia

OIER ERKIZIA

El 21 de febrero de 1874 Bilbao era bombardeada en la segunda Guerra Carlista. Sorprendentemente, Charles Monney Millet, un fotógrafo que se encontraba en los alrededores de la ciudad, consiguió recoger en una instantánea (la foto se muestra arriba) el momento exacto en el que una de las bombas se cernía sobre el cielo bilbaíno.

Esta es solo una de las fotografías de la época que el director Héctor Bragado ha recogido en una película-documental que se estrena hoy en el Photomuseum de Zarautz.

La fotografía de las Guerras Carlistas es la primera producción audiovisual que abandera el museo zarauztarra. En ella se recogen, durante treinta minutros, varias fotografías de las Guerras Carlistas en el País Vasco, que tuvieron lugar en el siglo XIX. A este bello archivo gráfico se han añadido versiones y opiniones de expertos en el mundo de la fotografía.

Los historiadores Juan Pardo, donostiarra, y José María Uriarte, experto en la fotografía de Durango; los coleccionistas José María Goiria y Víctor Sierra-Sesumaga; el fotógrafo José María Tuduri y el analista e historiador de la fotografía Juantxo Egaña, aportan cada uno desde su disciplina un valioso punto de vista que acompaña a las fotografías que se muestran en el film.

Daguerrotipo

El estreno de la película se enmarca dentro de la celebración del Día Internacional de la Photografía, que rinde homenaje a la presentación del daguerrotipo en París el 18 de agosto 1839.

Se da la casualidad que la primera Guerra Carlista estalló pocos días después de este hito, concretamente el 31 de agosto, lo que impide tener en la actualidad documentos gráficos que muestren lo acontecido entonces.

Sin embargo, la siguiente Guerra Carlista en el País Vasco tuvo lugar entre 1872 y 1876, cuando ya los primeros fotógrafos franceses e ingleses empezaban a labrar su nombre en el ámbito internacional, y en España predominaba un gran despliegue de dibujantes que trabajaban para la prensa, aunque ya había algún que otro daguerrotipo.

La mayoría de las fotografías que componen la película han sido cedidas por el Archivo Foral de Bizkaia, el Museo de Arte e Historia de Durango, la biblioteca del Doctor Camino de Donostia y el archivo de la Kutxa, si bien algunos de los expertos que intervienen también han donado algunas de sus fotos.

Tal y como explica Leopoldo Zugaza, director del Photomuseum, «las Guerras Carlistas en el País Vasco suponen un momento importante en la historia de la fotografía en Euskadi puesto que es entonces cuando comienza y se empieza a hacer fuerte la disciplina, aunque creemos que ya existía un testimonio anterior de la mano del escritor Teófilo Gautier».

Fotografía y cine

Zugaza recuerda que «en la actualidad la forma de presentación de las fotografías permite combinarlas con declaraciones y dinamismo, no como ocurría en las antiguas presentaciones que principalmente eran mudas o en libro».

Se trata de una apuesta decidida del Photomuseum de Zarautz por la combinación entre ambas realidades, un reto que ya se recoge en el propio nombre del museo, Argazki eta Zine Museoa (Museo de Fotografía y Cine) y que se pretende tenga una sólida continuidad.

De hecho está pendiente de acabar un nuevo trabajo sobre Roberto Botijo, un fotógrafo que hizo un trabajo «sensacional» sobre la muerte, según Zugaza.

«Hay varios proyectos más pendientes que se irán desvelando próximamente, pero todavía es pronto para desvelarlos», señala.

Mientras tanto, el museo está centrado en la celebración del Día Internacional de la Photografía que se recuerda hoy. Además del estreno de Las Fotografías de las Guerras Carlistas, que será a partir de las 12.00 horas, está programado un aurresku a las 11.30, que incluye una ofrenda floral en el monumento a Daguerre que se encuentra en la entrada, así como la actuación de bertsolaris a partir de las 11.45 horas.

La entrada al Photomuseum será gratuita para todo aquel que quiera disfrutar de este bello arte. Igualmente, la película seguirá estando en el museo para futuros visionados del público.

Fuente: Diario Vasco