La fotografía retrata en Santander los misterios del 'arte povera'
El 'documentalista' Paolo Mussat Sartor exhibe en la sala de Náutica su colección 'Retratos de artistas', obras de la Galería Cívica de Arte Moderno de Turín
GUILLERMO BALBONA
Estado Español.- Una mirada artística a la intrahistoria del arte. Esta lúcida intención y transparente declaración de intenciones sostiene el ser y la expresión de la obra fotográfica de Paolo Mussat Sartor, cuyos 'Retratos de artistas' integran la muestra inaugurada ayer en la sala de Náutica de la capital cántabra, tal como adelantó este periódico. El itinerario gráfico que habita en ella representa una doble propuesta: sus fotografías constituyen un inventario privilegiado del 'arte povera' o arte pobre y sus creadores más emblemáticos; y, por otro lado, sus imágenes «penetran en el misterio de sus autores».
La artista santanderina Pilar Cossío, cuya trayectoria internacional está ligada a Francia e Italia, principalmente, ha sido la artífice de que la colección de Mussat Sartor, perteneciente a la Galería Cívica de Arte Moderno de Turín se exhiba excepcionalmente en Santander. Los retratos, en su mayoría de artistas que miran de frente a la cámara, o que se asoman a la escena de un estudio o de una exposición, constituyen un pequeño universo cuya significación y atractivo reside en esa labor de «documentalista del povera, de sus protagonistas, artífices e infinitas instalaciones».
Junto a Cossío, que explicó la génesis de del movimiento artístico surgido en Turín a finales de los años 60, «en un momento de cambios abruptos que transformaba el comportamiento de la juventud y el pensamiento europeo», el consejero de Cultura Javier López Marcano subrayó que la muestra tiene dos claras ligazones en el tiempo con los ámbitos expositivos de la región: la instalación que creó a finales de los 80 el artista ya fallecido Mario Merz en el Palacete del Embarcadero, y los recientes trabajos y exposiciones de Hamish Fulton, retratado en esta muestra en una imagen de 1970.
Enzo Cucchi, Merz, Emilio Vedova y Michelangelo Pistoletto son algunos de los nombres propios del povera, arte aún hoy vigente porque, en opinión de Cossío, «tiene una energía que es válida y está fresca en nuestros días». En su descripción, la comisaria de la muestra, dijo que el 'povera' «deposita su mirada en algo más intrínseco del ser humano que no tiene fecha de caducidad, por lo tanto, no se puede decir que este arte haya pasado, sino que es una especie de virus que no termina de desarrollar su acción en el cuerpo en el que penetra».
La muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 25 de septiembre, «no es una exposición cualquiera, sino que se trata de un documento vivo, rodeado de un elevadísimo valor histórico, que nos acerca a uno de los movimientos más innovadores, rompedores y más revolucionarios», apuntó Marcano. Andrea Bellini sostiene en el catálogo, que Mussat intenta resaltar «el carácter, la dimensión intelectual, creativa y moral del sujeto fotografiado». Con mirada renacentista, transmite a través de sus pequeños retratos en blanco y negro, «la energía del movimiento y de quienes lo formaron». Naturaleza artística y fotografía funden así dos vertientes que ha desarrollado Mussat «para unirlas y hacer arte». Una creación que testimonia el perfil de un movimiento que nació «sin vocación de espectáculo, discreto, que se mueve en parámetros de gran intimidad». Sus protagonistas, pese a su proyección internacional, siguen viviendo en Turín.
Fuente: El Diario Montañes
Estado Español.- Una mirada artística a la intrahistoria del arte. Esta lúcida intención y transparente declaración de intenciones sostiene el ser y la expresión de la obra fotográfica de Paolo Mussat Sartor, cuyos 'Retratos de artistas' integran la muestra inaugurada ayer en la sala de Náutica de la capital cántabra, tal como adelantó este periódico. El itinerario gráfico que habita en ella representa una doble propuesta: sus fotografías constituyen un inventario privilegiado del 'arte povera' o arte pobre y sus creadores más emblemáticos; y, por otro lado, sus imágenes «penetran en el misterio de sus autores».
La artista santanderina Pilar Cossío, cuya trayectoria internacional está ligada a Francia e Italia, principalmente, ha sido la artífice de que la colección de Mussat Sartor, perteneciente a la Galería Cívica de Arte Moderno de Turín se exhiba excepcionalmente en Santander. Los retratos, en su mayoría de artistas que miran de frente a la cámara, o que se asoman a la escena de un estudio o de una exposición, constituyen un pequeño universo cuya significación y atractivo reside en esa labor de «documentalista del povera, de sus protagonistas, artífices e infinitas instalaciones».
Junto a Cossío, que explicó la génesis de del movimiento artístico surgido en Turín a finales de los años 60, «en un momento de cambios abruptos que transformaba el comportamiento de la juventud y el pensamiento europeo», el consejero de Cultura Javier López Marcano subrayó que la muestra tiene dos claras ligazones en el tiempo con los ámbitos expositivos de la región: la instalación que creó a finales de los 80 el artista ya fallecido Mario Merz en el Palacete del Embarcadero, y los recientes trabajos y exposiciones de Hamish Fulton, retratado en esta muestra en una imagen de 1970.
Enzo Cucchi, Merz, Emilio Vedova y Michelangelo Pistoletto son algunos de los nombres propios del povera, arte aún hoy vigente porque, en opinión de Cossío, «tiene una energía que es válida y está fresca en nuestros días». En su descripción, la comisaria de la muestra, dijo que el 'povera' «deposita su mirada en algo más intrínseco del ser humano que no tiene fecha de caducidad, por lo tanto, no se puede decir que este arte haya pasado, sino que es una especie de virus que no termina de desarrollar su acción en el cuerpo en el que penetra».
La muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 25 de septiembre, «no es una exposición cualquiera, sino que se trata de un documento vivo, rodeado de un elevadísimo valor histórico, que nos acerca a uno de los movimientos más innovadores, rompedores y más revolucionarios», apuntó Marcano. Andrea Bellini sostiene en el catálogo, que Mussat intenta resaltar «el carácter, la dimensión intelectual, creativa y moral del sujeto fotografiado». Con mirada renacentista, transmite a través de sus pequeños retratos en blanco y negro, «la energía del movimiento y de quienes lo formaron». Naturaleza artística y fotografía funden así dos vertientes que ha desarrollado Mussat «para unirlas y hacer arte». Una creación que testimonia el perfil de un movimiento que nació «sin vocación de espectáculo, discreto, que se mueve en parámetros de gran intimidad». Sus protagonistas, pese a su proyección internacional, siguen viviendo en Turín.
Fuente: El Diario Montañes
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