Córdoba despide a Juan Vacas, gran renovador de la fotografía
El féretro llevado a hombros, a la salida de la Compañía.
Foto:A. J. GONZALEZ
Académicos, compañeros de profesión y políticos lamentan la pérdida.El Ayuntamiento estudia vincular su nombre con un premio.
JULIA GARCIA HIGUERAS
La iglesia de la Compañía se llenó ayer de personas que dieron el último adiós al fotógrafo cordobés Juan Vacas. Después, sus restos mortales fueron trasladados al cementerio de la Fuensanta, donde recibió sepultura.
Este renovador de la fotografía murió antes de ayer en Córdoba, con 84 años de edad, en la ciudad en la que residía desde 1952. Muchos fueron los que desde el respeto y la admiración recordaron su contribución al arte y la cultura. Amigos, políticos, representantes de la Universidad, académicos y compañeros de la imagen, tanto veteranos como jóvenes, arroparon a los familiares ante esta pérdida.
LUMINOSIDAD El padre claretiano Segundo Gutiérrez ofició el funeral y aseguró en la homilía que este fotógrafo "era todo luz", en lo personal y lo artístico. Rafael Mir Jordano, en representación de la Real Academia de Córdoba, considera que Juan Vacas deja "un recuerdo imborrable como una grandísima persona y un artista formidable que ha elevado la fotografía al máximo nivel. La Academia así lo ha reconocido al ser de las primeras en las que ingresó un fotógrafo".
El teniente de alcalde de Cultura, Rafael Blanco, explicó que la semana pasada se reunió con una de las hijas de Juan Vacas para concretar "un reconocimiento, no desde el ámbito de los premios, que ya tiene muchos, sino de actividades culturales y fotográficas".
Será en el mes de septiembre cuando culminen este proyecto "porque es de justicia que su nombre vaya ligado a algún premio de fotografía", a juicio de Blanco. Sobre si será en un certamen ya existente o de nueva creación, Blanco contesta que "tenemos que valorarlo". Era algo que conocía el propio fotógrafo y "le hacía mucha ilusión", según Blanco. "Pierdo a un padre y a un maestro porque él me ha enseñado el amor a la fotografía y a hacer las cosas con honestidad". Eran las emocionadas palabras de Juan Manuel Vacas, uno de los hijos del creador.
Francisco Linares, compañero de Juan Vacas, explicó que "era maravilloso como amigo. Empezó a comprar en casa y ganó la amistad sobre el comercio". Tanto él como Antonio Arenas recordaron con cariño alguna anécdota, como que Juan Vacas iba en busca de la perfección y eso era costoso económicamente.
Este renovador de la fotografía murió antes de ayer en Córdoba, con 84 años de edad, en la ciudad en la que residía desde 1952. Muchos fueron los que desde el respeto y la admiración recordaron su contribución al arte y la cultura. Amigos, políticos, representantes de la Universidad, académicos y compañeros de la imagen, tanto veteranos como jóvenes, arroparon a los familiares ante esta pérdida.
LUMINOSIDAD El padre claretiano Segundo Gutiérrez ofició el funeral y aseguró en la homilía que este fotógrafo "era todo luz", en lo personal y lo artístico. Rafael Mir Jordano, en representación de la Real Academia de Córdoba, considera que Juan Vacas deja "un recuerdo imborrable como una grandísima persona y un artista formidable que ha elevado la fotografía al máximo nivel. La Academia así lo ha reconocido al ser de las primeras en las que ingresó un fotógrafo".
El teniente de alcalde de Cultura, Rafael Blanco, explicó que la semana pasada se reunió con una de las hijas de Juan Vacas para concretar "un reconocimiento, no desde el ámbito de los premios, que ya tiene muchos, sino de actividades culturales y fotográficas".
Será en el mes de septiembre cuando culminen este proyecto "porque es de justicia que su nombre vaya ligado a algún premio de fotografía", a juicio de Blanco. Sobre si será en un certamen ya existente o de nueva creación, Blanco contesta que "tenemos que valorarlo". Era algo que conocía el propio fotógrafo y "le hacía mucha ilusión", según Blanco. "Pierdo a un padre y a un maestro porque él me ha enseñado el amor a la fotografía y a hacer las cosas con honestidad". Eran las emocionadas palabras de Juan Manuel Vacas, uno de los hijos del creador.
Francisco Linares, compañero de Juan Vacas, explicó que "era maravilloso como amigo. Empezó a comprar en casa y ganó la amistad sobre el comercio". Tanto él como Antonio Arenas recordaron con cariño alguna anécdota, como que Juan Vacas iba en busca de la perfección y eso era costoso económicamente.
Fuente: Diario Cordoba
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