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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

domingo, 15 de julio de 2007

MIRANDO ATRÁS | Un maestro de la cámara

Alcaucin- Provincia de Malaga- fotografo Pepe Ponce

Pepe Ponce ha compaginado durante 40 años su profesión de maestro con el amor por la fotografía, conservando más de un millón de imágenes de la memoria visual de Málaga.

Alfonso Vázquez

De niño en Álora, donde nació hace 60 años, Pepe Ponce proyectaba imágenes recortadas en la pared con la ayuda de una vela, mientras le contaba historias a los amigos. Pero su mayor descubrimiento llegó un domingo, cuando por un agujerito en el postigo de su ventana, "veía desfilar a toda la gente rumbo a misa, con la imagen bastante buena invertida en la pared; aquello me alucinaba, ¿esto cómo es?, nadie me lo explicó".

Sin saberlo, descubrió la `cámara oscura´, el fundamento de la fotografía, la que sería junto con la enseñanza su gran pasión. "Yo estuve a punto de ser cura, tenía la idea de irme de misionero pero luego nos fuimos a Málaga y lo de dar clase, que ya lo había practicado en Álora porque a veces sustituía al profesor, se aproximaba a lo que yo quería".

Pepe estudia Magisterio en El Ejido y tras un curso en el instituto psicopedagógico `Dulce Nombre´, del doctor Linares, dirige sus pasos a la educación especial, trabajando durante 13 años en el centro de educación especial Santa Rosa de Lima. "Fue una etapa enriquecedora, pienso que quien no esté en estos sitios, se lo pierde porque hay una parcela de humanidad y contacto directo que se pierde en otros ámbitos de enseñanza".

Con llegada a Málaga entra en contacto con la asociación fotográfica malagueña y siguiendo el consejo de algunos aficionados, toma una decisión vital: se compra una moderna cámara Olimpus, mientras con un amigo, también llamado Pepe, decide recorrer los pueblos de la provincia retratando una forma de vida que desaparecía. "Todavía existía el buey, el arado, la señora con el pañuelo, había que recordar ese paisaje", destaca. Por cierto, que los dos amigos fueron recordados durante muchos años como Pepe Olimpus y Pepe Fujica (la cámara del otro amigo). "Hasta hace poco la gente pensaba que era un apellido", ríe.Y ya en los 70, `peinada´ la provincia, el maestro y fotógrafo descubrió "que en Málaga suceden cosas" y se convirtió en el notario visual de la ciudad. "Empecé a retratar pintores y luego músicos, me encantaba el contacto directo; no el hacer la foto y quitarme de en medio, sino que buscaba una relación amistosa".

En 1976 se casa con Carmen y tienen dos hijos, Pablo y Alejandro. El primero de ellos, un conocido fotógrafo que hoy gestiona el Banco de Imágenes de Andalucía, en la web www.andaluciaimagen.com. "Por ahí me metí en lo digital, él ha abierto la brecha y ese es el presente ineludible", aunque Pepe reconoce que le costó pasar de la cámara "de toda la vida" a la digital.

Su amor por la fotografía le ha llevado a organizar y publicar numerosas exposiciones y libros. Algunos de estos libros como `Málaga, solar del paraíso´, mostraron hace años el corazón de una ciudad rendida a la especulación y el abandono. Una denuncia valiente que no gustó a algunos responsables políticos.

En la actualidad conserva más de un millón de imágenes y unas 500 cámaras. Aparte de lo que lleva plasmando en estas décadas, Pepe Ponce se desvive por las fotografías antiguas, de las que tiene instantáneas desde 1870. "Si veía una foto antigua, esa iba para mi casa", resume.

Maestro y fotógrafo, sus últimos años de profesor los pasó en el instituto Isaac Albéniz. Felizmente prejubilado este año, quiere ganar tiempo al tiempo, viajar y estar con la familia, pero ya le aguardan nuevos proyectos fotográficos para este fotógrafo que dispara por su cámara calidad humana, además de buen hacer.

Fuente: La opinion de Malaga


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