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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

lunes, 18 de junio de 2007

Reflexiones sobre el espectador contemporáneo construido a través de la mirada fotográfica IV

Caso Venezuela, un poco de historia

El inicio de la modernidad en la fotografía venezolana (1950) se caracterizó por alejarse del “pictorialismo” y buscar la naturaleza de la fotografía. Fina Gómez, Alfredo Boulton, Carlos Herrera y Ricardo Razetti fueron algunos de los que – influenciados por las vanguardias artísticas de la época- representan esta etapa en la Venezuela fotográfica. En esta época se defendía la posición del fotógrafo como constructor de la imagen y no como simple reproductor de la realidad, la concepción iba a otorgarle a la fotografía las bondades que el resto de las expresiones artísticas tenían. Se buscaban los valores “plásticos” al decir de Alfredo Boulton, una estética basada en la composición y la geometrización de los espacios.

En la década siguiente, luego de que Venezuela sale de un período dictatorial se afianza la etapa del “documentalismo”. Los fotógrafos registran al ser humano en su cotidianidad. El gesto, el movimiento, la mirada son los ganchos de la imagen fotográfica de la época. “Una de las características de este documentalismo social es aprehender aquello que está por desaparecer, como si la constancia de un pasado afectivo fuese una de sus metas primordiales en un país donde todo cambia con gran rapidez y a la vez permanece indefinidamente. Por eso toda imagen que se vincule mejor con el exterior mantendrá ese grano nostálgico de lo que fue-allí, además de poseer la información pertinente. Es en este contexto que la fotografía de este tipo se ubica, así como también la imagen periodística, pues ambas se nutren de la misma fuente. También por esta razón –conservar la memoria-, ésta se encuentra a sus anchas en el libro y en el ensayo fotográfico, pues es una imagen fundamentalmente narrativa, una suerte de literatura visual. (Boulton, 1990,66). Paolo Gasparini, Bárbara Brandii, Félix Molina, Luis Brito y Mariano Díaz por sólo nombrar a algunos, estuvieron influenciados por las corrientes norteamericanas de la época liderizadas por Robert Frank, Eugene Smith, Henri Cartier-Bresson y publicadas en la revista Life.

La tercera etapa por la que transcurre la fotografía venezolana surge en los 80 cuando había una apertura por el juego fotográfico, la imaginación, el símbolo y la manipulación de la imagen. Estas imágenes formaban piezas únicas de galerías y museos y se asemejaban a las búsquedas creativas de la fotografía europea de los años veinte que se denominó “nueva objetividad”. “De este modo las imágenes fotográficas podían también, a través de las formas de presentación, aproximarse a relaciones menos tradicionales –aun extravagantes- pero posiblemente enriquecedoras en sus aportes imaginarios. Entre los fotógrafos este reto produjo algunos resultados que escapaban de lo rutinario y, como acontecimiento poco usual en esta comunidad, los textos de éstos sobre sus experiencias, publicados en el catálogo, resultaron ser escritos novedodos y ágiles” (Boulton, 1990, 114) Julio Vengoechea, Ana Luisa Figueredo, Antolín Sánchez, Vasco Szinetar y Nelson Garrido destacaron en esta etapa de la fotografía venezolana.
La última etapa que se desarrolla en la fotografía venezolana es la fotografía de prensa o periodística abanderada por los fotoreporteros de los diarios capitalinos. Francisco Solórzano, Sandra Bracho, Luigi Scotto y Tom Grillo recogen testimonios de los sucesos de 1989 en Venezuela y de los subsiguientes con los cambios de la revolución venezolana iniciada por Hugo Chávez Frías, en una suerte de memoria de la historia de la Venezuela contemporánea.
Fuente: Caña Santa


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