Reflexiones sobre el espectador contemporáneo construido a través de la mirada fotográfica. I
Aproximación al estudio sobre la verdad y ficción en la fotografía venezolana contemporánea
“La fotografía permanecerá siempre subjetiva, irremediablemente; no sólo por razones técnicas o metafísicas, sino por la razón más simple, evidente y radical: un fotografía es siempre obra de alguien”
Jean Claude Lemagny (Director del Departamento de Fotografía de la Biblioteca Nacional de París.
Primera aproximación al tema
Cuando la fotografía como invento se presentó oficialmente, llegó a tener tanto impacto en las ciudades que llegó a convertirse en adicción. Las familias ansiaban realizarse retratos para la memoria y, las postales de paisajes así como las llamadas tarjetas de visitas eran productos de consumo. Una de las razones de este éxito fue la posibilidad de reproducción “fiel” de la realidad que ofrecía la técnica fotográfica. Sin embargo, desde el punto de la conformación de la mirada; la fotografía vino a consolidar la teoría de la perspectiva geométrica o central y el uso de la cámara oscura, ambas utilizadas en la pintura. La simulación que la pintura hacía de la forma de observación del hombre a partir de las características fisiológicas del ojo se hacía un hecho verificable con la invención de la fotografía, cuyos inicios fueron marcados por la concepción de ser espejo de la realidad. Este concepto primario, contrapuesto con quienes afirman que la fotografía es por naturaleza una actividad de ficción y su derivación hacia la conformación de la mirada contemporánea son los fundamentos de estos apuntes. Este modesto ensayo pretende realizar un recorrido por la mirada contemporánea de la fotografía venezolana en la que coexisten hoy diferentes modos de creación. A partir de la dualidad verdad-ficción por la que se ha paseado y pasea aún el hecho fotográfico, se hará una descripción del caso venezolano que servirá de abreboca para una posterior investigación que involucre a su vez la conformación de la mirada actual del espectador a raíz de la fortaleza que este medio ha impuesto en la contemporaneidad. Se presentarán ejemplos concretos de las etapas por las cuales la fotografía ha transcurrido en una especie de taxonomía de las características de cada corriente representada por varios fotógrafos con diversos imaginarios para, finalmente, observar el trabajo de cuatro fotógrafos de trayectoria quienes influenciados por las nuevas tecnologías exploran el imaginario digital.
Desarrollo Dentro de la semiosfera presente en el imaginario cultural del mundo actual, la fotografía se ha consolidado a tan alto nivel que hoy como veedores estamos observando el mundo bajo la mirada fotográfica más que cualquier otra, a pesar de que actualmente las TIC han rebasado límites que nos acercan a percepciones sociales de la realidad distintas a las que estamos acostumbrados. El espectador se va construyendo a medida que coexisten las tecnologías que generan las imágenes y los cambios sociales y políticos de las sociedades. Toda tecnología facilitará las formas de ver la realidad. Nuestra conformación como espectadores de hoy nos hace enfrentar con facilidad la densidad icónica que nos bombardea. En el caso de la fotografía, se inició como copia fiel de la realidad para luego crear nuevos imaginarios a partir de la exploración de su propia naturaleza. A decir de Costa, la fotografía utilizó desde sus inicios la manipulación química en el laboratorio y física en los lentes para ir creando poco a poco unos signos propios. Así pues, al observar una fotografía de danza -cuyo movimiento sugerido deja una estela- estaríamos en presencia de un signo cinético netamente fotográfico. O si en vez hacemos tomas fotográficas con el uso de filtros y objetivos grandes angulares activaríamos los signos ópticos de la práctica fotográfica. Este conjunto de signos: ópticos, lumínicos, cinéticos y químicos parten de la investigación de ciertas imágenes que crean en el papel fotográfico resultados alejados de los signos analógicos y comienzan a describir la naturaleza de la fotografía que se debate entre la realidad y la ficción.
Cuando la fotografía como invento se presentó oficialmente, llegó a tener tanto impacto en las ciudades que llegó a convertirse en adicción. Las familias ansiaban realizarse retratos para la memoria y, las postales de paisajes así como las llamadas tarjetas de visitas eran productos de consumo. Una de las razones de este éxito fue la posibilidad de reproducción “fiel” de la realidad que ofrecía la técnica fotográfica. Sin embargo, desde el punto de la conformación de la mirada; la fotografía vino a consolidar la teoría de la perspectiva geométrica o central y el uso de la cámara oscura, ambas utilizadas en la pintura. La simulación que la pintura hacía de la forma de observación del hombre a partir de las características fisiológicas del ojo se hacía un hecho verificable con la invención de la fotografía, cuyos inicios fueron marcados por la concepción de ser espejo de la realidad. Este concepto primario, contrapuesto con quienes afirman que la fotografía es por naturaleza una actividad de ficción y su derivación hacia la conformación de la mirada contemporánea son los fundamentos de estos apuntes. Este modesto ensayo pretende realizar un recorrido por la mirada contemporánea de la fotografía venezolana en la que coexisten hoy diferentes modos de creación. A partir de la dualidad verdad-ficción por la que se ha paseado y pasea aún el hecho fotográfico, se hará una descripción del caso venezolano que servirá de abreboca para una posterior investigación que involucre a su vez la conformación de la mirada actual del espectador a raíz de la fortaleza que este medio ha impuesto en la contemporaneidad. Se presentarán ejemplos concretos de las etapas por las cuales la fotografía ha transcurrido en una especie de taxonomía de las características de cada corriente representada por varios fotógrafos con diversos imaginarios para, finalmente, observar el trabajo de cuatro fotógrafos de trayectoria quienes influenciados por las nuevas tecnologías exploran el imaginario digital.
Desarrollo Dentro de la semiosfera presente en el imaginario cultural del mundo actual, la fotografía se ha consolidado a tan alto nivel que hoy como veedores estamos observando el mundo bajo la mirada fotográfica más que cualquier otra, a pesar de que actualmente las TIC han rebasado límites que nos acercan a percepciones sociales de la realidad distintas a las que estamos acostumbrados. El espectador se va construyendo a medida que coexisten las tecnologías que generan las imágenes y los cambios sociales y políticos de las sociedades. Toda tecnología facilitará las formas de ver la realidad. Nuestra conformación como espectadores de hoy nos hace enfrentar con facilidad la densidad icónica que nos bombardea. En el caso de la fotografía, se inició como copia fiel de la realidad para luego crear nuevos imaginarios a partir de la exploración de su propia naturaleza. A decir de Costa, la fotografía utilizó desde sus inicios la manipulación química en el laboratorio y física en los lentes para ir creando poco a poco unos signos propios. Así pues, al observar una fotografía de danza -cuyo movimiento sugerido deja una estela- estaríamos en presencia de un signo cinético netamente fotográfico. O si en vez hacemos tomas fotográficas con el uso de filtros y objetivos grandes angulares activaríamos los signos ópticos de la práctica fotográfica. Este conjunto de signos: ópticos, lumínicos, cinéticos y químicos parten de la investigación de ciertas imágenes que crean en el papel fotográfico resultados alejados de los signos analógicos y comienzan a describir la naturaleza de la fotografía que se debate entre la realidad y la ficción.
Fuente: Caña Santa































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