El ojo incansable
El centenario fotógrafo argentino Horacio Coppola exhibe en España una selección de lo más importante de su obra
M. LORENCI
La vida fluye sin desmayo por la avenida Corrientes, la arteria más activa del gran y bullicioso Buenos Aires. Por ella, y por otras muchas de su calles y avenidas, ha deambulado cámara en ristre y sin descanso Horacio Coppola, quizá el fotógrafo más inquieto de la capital y el que mejor ha retratado el cosmopolita espíritu de esta gran urbe del hemisferio sur. Un Buenos Aires con alma parisina que vive con frenesí neoyorquino. Conocida y deleitada por unos pocos avisados, el público español puede estos días disfrutar de la singular y poderosa obra fotográfica del centenario Horacio Coppola (Buenos Aires, 1906).
Se ha reunido en la muestra que la Fundación Telefónica ofrece hasta el 25 de Mayo en su sala de exposiciones en Madrid (Gran Vía, 28, www.fundacion.telefonica.es ). Desvela la obra de un pionero de la modernidad que trasladó al otro lado del Atlántico la inquietudes creativas de la Europa de la primera mitad del XX. Una obra marcada por su pionero afán de modernidad que le ha convertido en el más reputado representante de la fotografía argentina del siglo XX.
En las 125 imágenes de esta muestra retrata Coppola con limpieza y eficiencia el vértigo de una ciudad cargada de historia pero moderna y cosmopolita donde las haya. Ofrece una visión múltiple y dinámica de su Buenos Aires natal, con unas instantáneas captadas en su mayor parte entre los años veinte y cuarenta del siglo pasado, complementadas con otras imágenes pero que cubren un extenso arco temporal que alcanza hasta 1992.
Mira el incansable ojo de Coppola a través del visor de su Leica la calles y gentes de Buenos Aires -con especial atención a los noctámbulos y las multitudes- las vitrinas y escaparates de las tiendas de lujo, las luces, la aceleración de los medios de transporte, y la peculiar arquitectura o la inmensidad de sus parques y sus cielos.
Fuente: Norte Castilla
La vida fluye sin desmayo por la avenida Corrientes, la arteria más activa del gran y bullicioso Buenos Aires. Por ella, y por otras muchas de su calles y avenidas, ha deambulado cámara en ristre y sin descanso Horacio Coppola, quizá el fotógrafo más inquieto de la capital y el que mejor ha retratado el cosmopolita espíritu de esta gran urbe del hemisferio sur. Un Buenos Aires con alma parisina que vive con frenesí neoyorquino. Conocida y deleitada por unos pocos avisados, el público español puede estos días disfrutar de la singular y poderosa obra fotográfica del centenario Horacio Coppola (Buenos Aires, 1906).
Se ha reunido en la muestra que la Fundación Telefónica ofrece hasta el 25 de Mayo en su sala de exposiciones en Madrid (Gran Vía, 28, www.fundacion.telefonica.es ). Desvela la obra de un pionero de la modernidad que trasladó al otro lado del Atlántico la inquietudes creativas de la Europa de la primera mitad del XX. Una obra marcada por su pionero afán de modernidad que le ha convertido en el más reputado representante de la fotografía argentina del siglo XX.
En las 125 imágenes de esta muestra retrata Coppola con limpieza y eficiencia el vértigo de una ciudad cargada de historia pero moderna y cosmopolita donde las haya. Ofrece una visión múltiple y dinámica de su Buenos Aires natal, con unas instantáneas captadas en su mayor parte entre los años veinte y cuarenta del siglo pasado, complementadas con otras imágenes pero que cubren un extenso arco temporal que alcanza hasta 1992.
Mira el incansable ojo de Coppola a través del visor de su Leica la calles y gentes de Buenos Aires -con especial atención a los noctámbulos y las multitudes- las vitrinas y escaparates de las tiendas de lujo, las luces, la aceleración de los medios de transporte, y la peculiar arquitectura o la inmensidad de sus parques y sus cielos.
Fuente: Norte Castilla
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