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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

jueves, 28 de junio de 2007

Foto y pintura, binomio indisoluble en Frida

Documentos recién descubiertos revelan que la artista fue una apasionada del trabajo de grandes fotógrafos y que utilizaba la imagen como iconografía de su pintura.

Miguel Angel Ceballos

En la imagen aparece un gato negro que eriza su pelo y se encorva amenazante para defenderse de cualquier peligro. La fotografía fue captada por Martin Munkácsi, famoso por registrar con lujo de detalle y gran elocuencia el movimiento. Ese mismo gato, que forma parte de la colección fotográfica de Frida Kahlo y Diego Rivera, aparece en el cuadro Autorretrato con collar de espinas y colibrí , pintado por Frida en 1940.

Lo anterior demuestra que fotografía y pintura fueron binomio indisoluble para Frida Kahlo. Hallazgo que va a aportar elementos muy valiosos para volver a repensar su obra.

De su padre, don Guillermo Kahlo, heredó el gusto por la imagen; por Diego Rivera, su esposo, aprendió a amar la pintura. Ambas pasiones las plasmó en una obra que ahora la ubican como la pintora mexicana más cotizada en la historia. Un cuadro de Frida se vende en alrededor de los 5 millones de dólares.

Además, los miles de documentos que durante casi 50 años permanecieron ocultos en la Casa Azul de Coyoacán, revelan que Frida fue una apasionada del trabajo de los grandes fotógrafos del siglo XX e incluso que creó imágenes influenciada por ellos.
Sí, Frida Kahlo fotógrafa es una historia que los especialistas comenzarán a ampliar a partir del hallazgo de imágenes de su autoría, firmadas por ella misma y en las que se puede apreciar la influencia de fotógrafos como Agustín Jiménez, Edward Weston y Manuel Álvarez Bravo. Su pasión por esta disciplina se refleja en la colección que formó con el trabajo de autores como Martin Munkácsi, Brassaï, Weston, Manuel y Lola Álvarez Bravo, Tina Modotti, Gisèle Freund y Man Ray.

Este archivo fotográfico está integrado por 5 mil 387 fotografías que fueron propiedad de Diego Rivera y Frida Kahlo. Una pequeña parte de estás imágenes, junto con documentos, indumentaria, dibujos, publicaciones y objetos personales que permanecieron guardados durante cinco décadas sin que nadie supiera exactamente qué contenían, formarán parte de la exposición Tesoros de la Casa Azul, Frida y Diego, que estará abierta al público a partir del 6 de julio, en Coyoacán.

Si bien se sabía que Frida Kahlo había tenido un contacto directo con la fotografía porque su padre, Guillermo Kahlo, fue uno de los fotógrafos más destacados de la historia por su trabajo sobre la arquitectura colonial y prehispánica, ahora se tiene la seguridad de que también le heredó a Frida la pasión por la imagen.

El investigador y fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio, quien se encargó de revisar las imágenes luego de que los especialistas de la asociación civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI) terminaron de limpiarlas y clasificarlas, explica que a través de los nuevos documentos se pueden encontrar muchas afinidades entre Frida y su padre, don Guillermo Kahlo.

"Él era un hombre taciturno, deprimido y sin duda talentoso, pero requería de apoyo cuando iba a fotografiar porque padecía epilepsia que le hacía perder el conocimiento. Había sufrido -al igual que Frida- un accidente automovilístico que le había generado la enfermedad. Yo creo que a Frida le ha de haber gustado mucho acompañarlo. Y luego en casa, en el cuarto oscuro, le ayudaba a retocar las placas; ella estaba muy familiarizada con la fotografía desde muy temprano".

El archivo de foto tiene la particularidad de que conserva las huellas de cómo era manipulado por Frida. Muchas de las impresiones tienen dibujos, recados, besos marcados con lápiz labial, están dobladas o mutiladas, es decir, se nota que a la creadora le gustaba manifestar cuando había una relación de cariño con la persona que aparece en la imagen.

Existe un retrato en el que están abrazadas, cachete con chachete, Frida Kahlo y Lupe Marín, las dos mujeres más importantes en la vida de Diego Rivera. La particularidad de esta pieza es que está doblada de manera vertical, como para mostrar sólo una de las dos partes.

En otra foto aparecen una pareja de norteamericanos con Frida Kahlo y Diego Rivera. La mujer está sentada en las piernas de Diego mientras que Frida está sobre las piernas del norteamericano. Por alguna razón a Frida no le gustó esa foto y no le importó mutilarla para sacarse a ella misma de la imagen. Ese pedazo de fotografía lo habría metido en algún marquito y mandado a alguna de sus amistades, pues en esa época se acostumbraba intercambiar retratos entre los amigos.

Ortiz Monasterio considera que Kahlo utilizaba la fotografía como iconografía de su propia obra pictórica. Un ejemplo muy notable es una imagen tomada en la Casa Azul -muy posiblemente de la autoría de Frida- en la que hay una enorme calavera de cartón acostada y con flores en la mano. "Esta figura después fue pintada por ella en uno de sus cuadros".
Fuente: El Universal


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