Eugenio Hernández por Osmaro Antonio
Por Waldo Gonzalez Lopez
(CUBARTE) En la Galería Teodoro Ramos Blanco, del municipio capitalino Cerro, quedó inaugurada el pasado jueves siete la expo Los 70 de Eugenio.
La muestra da continuidad a la saga desarrollada desde el mes pasado, en homenaje al Premio Nacional de Teatro, dramaturgo, director artístico y general de la compañía Teatro Caribeño, quien ha recibido diversos y muy justos homenajes del Ministerio de Cultura, el Consejo Nacional de Artes Escénicas y, ahora también, del Centro de Teatro de La Habana.
El aún joven fotógrafo Osmaro Antonio Casteleiro Beltrán se inició en el arte de las imágenes a los dieciocho años, cuando era apenas un adolescente. Profesionalizado en 1988, ha merecido diversos lauros por conjuntos como La Edad de Oro y La Edad sin Oro y Mi pequeño gran mundo, series en las que ha abordado con profundidad la triste y compleja ¿realidad? de niños discapacitados o empobrecidos del llamado Tercer Mundo. Esta es su octava expo.
Su sensible y experimentada mirada —a la que no escapan aspectos esenciales del humano, demasiado humano — me recuerda aquel proverbio del gran poeta español Antonio Machado, quien aseveró «El ojo no es ojo porque lo veas / es ojo porque te ve».
Tal aserto poético parece guiar la impronta de Osmaro Antonio, quien apenas seis años atrás se «enamoró» de la dramaturgia hernandina y sus puestas y, en consecuencia, desde entonces, asiste a todos sus ensayos y funciones, siempre captando los momentos climáticos de las magníficas puestas del autor capitalino.
La muestra (que estará abierta hasta el miércoles 20 de este mes) recoge fotos de otros colegas que, durante años recogieron el testimonio teatral de Eugenio, así como sus propias imágenes. En todas, Osmaro Antonio emplea la técnica de la manipulación. Con ello, ofrece una pátina de nostalgia a imágenes que, aunque recientes, ganan así con la poética otorgada por este artista del lente.
Como bien apuntan en el catálogo de la expo los licenciados Lourdes Almagro González y Delfín Lima Méndez (quien, por cierto, dirigiera durante años la Galería Teodoro Ramos Blanco), en la muestra «se respira la intencionalidad estética con el ángulo seleccionado, el manejo de la iluminación y el discurso compositivo que nos permiten obtener una memoria histórica con la calidad del arte».
Y añaden los críticos de arte: «Primera muestra de este joven creador sobre el teatro de Eugenio Hernández, pone de manifiesto otra de sus virtudes al tomar fotos de archivos, fotocopiarlos, restaurarlos y manipularlos digitalmente, para presentarnos una nueva visión de aquellas imágenes, tomadas por colegas, con otro proceso "recreativo" y el mismo buen resultado.»
Quien escribe presentó la valiosa muestra de Osmaro Antonio y subrayó su talento al manipular con acierto imágenes tomadas años atrás y recrearlas con gracia y pasión.
Más sobre Osmaro Antonio.
En 1988 se gradúa en la Escuela Provincial de Fotografía Integral, donde obtiene Diploma de Oro, y comienza a colaborar con las revistas especializadas tablas y Conjunto .
Al año siguiente realiza su primera expo personal Momentos, en el Centro de Teatro y Danza de La Habana, en el Taller del grabador Antonio Canet y, al año siguiente, en Isla de la Juventud.
Tales fueron los inicios del artista que en la ecuatoriana ciudad de Río Bamba, Ecuador, en el 2004, presentó su elogiada muestra La Edad de Oro y La Edad sin Oro .
Asimismo, al año siguiente presentaría otra expo personal: Habana Vieja, ciudad en movimiento, en el Museo de Arte Colonial. Ha expuesto, además, en otras importantes galerías, como la de la Casa Guayasamín, y la Tina Modotti , del Teatro Mella.
Fuente: CUBARTE
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