El conflicto de la convivencia

La Bienal de Fotografía de Córdoba analiza la multiculturalidad

MANUEL J. ALBERT

Más de una treintena de fotógrafos van a poner en la picota un mito tan extendido como es el del paradigma de la interculturalidad y reconocer el conflicto de la convivencia. Ese fue, al menos el encargo que, bajo el título Traslaciones realizaron los tres comisarios de la 11ª Bienal de Fotografía de Córdoba, Jesús Alcaide, Óscar Fernández López y Ángel L. Pérez Villén, a estos artistas, que exponen desde ayer y hasta el 4 de diciembre. En boca de sus comisarios, "Traslaciones es un proyecto que no hace sino ocuparse precisamente de dos cuestiones de manera simultánea: el discurso sobre el otro y el debate sobre la condición histórica de la imagen fotográfica".

La sección oficial, muestra de 171 fotografías de 21 autores, está compuesta por cuatro exposiciones, tres de ellas colectivas que se engloban bajo el título Traslaciones, y una cuarta, Palestina/Afganistán, de Emilio Morenatti, cedida por el Centro Andaluz de Fotografía (CAF). Además, la sección paralela recoge la producción de 13 fotógrafos en 14 exposiciones, dos de ellas colectivas, que se albergan en salas privadas. También se han programado actividades paralelas, como cinco proyecciones en plazas públicas, entre las que se encuentran la de Capuchinos, Corredera, la de la Biblioteca Central y Las Tendillas, y el Bulevar del Gran Capitán.

"Para criticar el paradigma de la interculturalidad y reconocer el conflicto de la convivencia, hemos querido centrarnos en tres campos. Por un lado, el escenario urbano, bajo el nombre de Localizaciones de lo global, que se expone en el Palacio de la Merced", explica Jesús Alcaide. Allí el visitante podrá ver imágenes de nueve fotógrafos. Por ejemplo las de Denis Darzacq, que realiza tomas cenitales de ciudades europeas.

"Por otro lado, hemos querido plasmar la imposibilidad de la traducción y la traslación de conceptos culturales. Esta reflexión la mostramos en la exposición Escrito al margen, que se exhibe en el Palacio de Orive. En esta sala destaca la obra de Juan Pablo Ballester, un trabajo en proceso desde 1999, que habla sobre la nueva identidad catalana con la llegada de inmigrantes.

Y por último, los comisarios buscaron dialogar sobre cómo todas estas tensiones relatadas en las otras dos colecciones afectan a las personas. Esta vivencia se recoge en la muestra Mapas del sujeto, que puede visitarse en la sala Vimcorsa. "De esta muestra destacaría la obra de Pierre Gonnordt, francés asentado en España, que ha realizado trabajos en Las 3.000 Viviendas de Sevilla, o en ciudades de Rumania o Bulgaria, siempre retratando el mundo gitano", afirma Alcaide.

Los tres comisarios han reflexionado acerca de sus intenciones en un documento que servirá de prólogo para el catálogo de la exposición: "Hemos pretendido que cada una de las exposiciones posea una trama singular pero que se originen, además del eco que las hermana, otros puntos de fuga que cuestionen la experiencia cotidiana que de la identidad, la diversidad y la globalidad poseemos".

Fuente: El Pais