Sandunga muestra los paisajes desolados del fotógrafo José Guerrero

La exposición 'Paisajes' reúne una serie de instantáneas que captan el estado en ruina de las afueras de las ciudades, el vestigio de un pasado que terminó completamente abandonado y al margen de todo

Jesús Arias

Estado Español.- Desolación y angustia. Desidia y abandono. El espíritu ruinoso de las ciudades. Hoteles vacíos, piscinas demolidas, mundos olvidados. Eso es lo que retrata el fotógrafo granadino José Guerrero (nada que ver con el pintor del mismo nombre): un universo desvencijado. La galería Sandunga de Granada muestra desde ayer y hasta dentro de seis semanas la exposición Paisajes, la expresión más descarnada del fotógrafo, que ahora mismo se encuentra realizando un nuevo proyecto en París.

"Se trata de un fotógrafo muy joven de Granada, pero que es absolutamente sorprendente", explica el responsable de Sandunga, Emilio Almagro. "Tiene una historia curiosa: su formación es técnica, es arquitecto técnico. Pero tiene una enorme capacidad para tener una visión propia de las cosas extraordinarias. Vio que la fotografía era lo suyo, dejó de lado su carrera y ahora se dedica sólo a esto. Y desde que lo decidió, ya ha conseguido publicar un libro con su trabajo, titulado Efímeros: Los límites urbanos. Retrata los límites urbanos de las ciudades con un tono romántico muy intimista. Son fotos únicas".

Las obras que se exponen en Sandunga siguen la misma tónica. Guerrero retrata los rincones abandonados, los vestigios de un pasado urbano que ha quedado en estado de ruina, esa tierra de nadie en la que permanece todo lo olvidado.

"Algunas de las fotos son muy impactantes por su enorme tamaño, de 1,80x1,60", explica Almaro. "José Guerrero hace fotografías que en realidad son radiografías de su propia sensibilidad". Con él coincide el crítico de arte Carlos Ordás: "Todos ellos [los paisajes retratados] son recogidos por la cámara de Guerrero, dotándolos de un componente no tanto crítico como redentor: huyendo de la concesión, reformula los conceptos estéticos para encontrar la belleza en la desolación, en el abandono. Contrariamente a lo que pudiera parecer con estas premisas, estas fotografías están revestidas de un estilo tan personal como claramente reconocible".

"En el recorrido por la exposición, el visitante se imbuye de la personalidad del fotógrafo", señala Almagro. "Conforme se avanza a través de la muestra, el espectador se va metiendo más y más en la historia que pretende narrar Guerrero. Es como una novela: cuanto más la lees, más dentro de ella te sientes. Guerrero trabaja en series de fotografías, y cada una, por sí sola, es impactante, pero si ves la exposición, el conjunto es genial. El todo supera a cada una de las partes".

El galerista se muestra impresionado con el fotógrafo granadino. "Tiene una foto de un bosque, que realizó en El Órdigo, por encargo del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León que es, sencillamente, fabulosa. Fascina la gran capacidad de misterio y el enorme poder visual que tiene".

José Guerrero ya ganó el premio de Fotografía Purificación García, ha sido seleccionado como becario de la Fundación Caja Madrid y ahora tiene el encargo de hacer un trabajo sobre cuatro grandes ciudades: Londres, Moscú, París y el Cairo . Fue, además, ganador de la III Beca Joven Autor Andaluz.

La muestra cuenta con una quincena de fotografías, seis de ellas de gran formato y el resto de formato intermedio. Autores como Julio Llamazares, que escribió el texto para el catálogo de Guerrero en su exposición Efímeros dicen sentir "desasosiego e incomodidad" ante sus imágenes, que muestran las ruinas del mundo contemporáneo, del feliz mundo occidental que se ha venido abajo.

Una de las características en la obra del fotógrafo granadino es nunca aparece gente en sus instantáneas, tan sólo el rastro de que han estado presentes en los lugares fotografiados. Los paisajes parecen así mucho más terribles, más ajenos al ojo del espectador, más sobrecogidos. José Guerrero ha conseguido tener ya una visión propia como artista y un universo que descubrir.

Fuente: Granada Hoy