La fotografía explota en otoño

El Muvim inaugura cuatro de las 30 exposiciones de València Fotográfica 2008

FEDERICO SIMÓN

Estado Español.- El arquitecto Giuseppe Pagano (1896-1945), que apoyó en principio el fascismo como vía para construir una nueva Italia, combatió después encarnizadamente el régimen, lo que le costó la muerte en el campo de concentración de Mauthausen hace ya seis décadas. Sus fotografías, el medio que empleó para estudiar las formas y los volúmenes, parecen sin embargo muy posteriores, a medio camino entre la experimentación abstracta y el realismo. Pagano protagoniza una estupenda exposición con 407 imágenes en el Museu Valencià de la Il·lustraciò i la Modernitat (Muvim). Pero solo es una de las cuatro ayer inauguradas en el museo, y que a su vez solo son una pequeña parte de las 30 previstas en 18 espacios expositivos dentro de la muestra València Fotogràfica 2008.

Romà de la Calle, director del Muvim, desde donde impulsa de Fotogràfica 2008, explicó ayer que el principio de las exposiciones será Primum videre deiundum filosophare, es decir, cada muestra implicará reflexiones y debates y hasta se organizará un congreso sobre revistas y fotografía.

En el vestíbulo del Muvim destacaban ayer las imágenes de Oui / Non, la primera retrospectiva en Valencia del francés Gérard Castello-Lopes (1925), cuyas instantáneas en blanco y negro de Portugal en la década de los cincuenta impactan al espectador por reflejar la vida cotidiana de gente que sobrevive feliz en las condiciones dramáticas de un país aislado.

Junto a estas exposiciones, sorprende la del escritor checo Karel Capek (1890-1938), que coincide con el 70º aniversario de la publicación del popular libro Dasenka, ilustrado con las fotos de la vida de un cachorro.

Por último, destaca Arequipa en blanco y negro, basada en las fotografías de los hermanos Carlos y Miguel Vargas en el Perú de los inicios del siglo XX. 87 imágenes en las que retratos de estudio, paisajes pictóricos e instantáneas nocturnas conforman un recorrido espectacular. Un buen aperitivo para un otoño pletórico de fotografías.

Fuente: El Pais