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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

sábado, 4 de octubre de 2008

El fotoperiodismo de Susan Meiselas se expone en Nueva York

La afamada fotógrafa, quien vino a Chile para el plebiscito de 1988, exhibe su trabajo hecho en Nicaragua y Kurdistán.

EE.UU..- El Centro Internacional de Fotografía (ICP) expone una muestra de la trayectoria de Susan Meiselas enfocada sobre todo en sus fotos de Nicaragua y en las que tomó más recientemente en las comunidades kurdas de Turquía, Irak e Irán.

La fotógrafa, de 60 años, es conocida sobre todo por sus fotos del alzamiento sandinista en Nicaragua en 1978-79 y por sus trabajos en períodos de gran agitación política en El Salvador, Argentina, Colombia y Chile.

Las fotos de Nicaragua, en particular, demuestran el interés de Meiselas en volver a lugares donde ya trabajó y explorar el impacto que sus fotos pueden haber tenido en las vidas de la gente que fotografió, así como en la que vio los retratos.

Las de fines de los años 70 en Nicaragua, que han tenido una enorme repercusión, son notables por la forma en que aprovecha los colores, en un a época en la que los diarios todavía imprimían mayormente en blanco y negro. Enormes copias de esas fotos cuelgan de las paredes y los techos de la galería.

También hay pantallas que muestran videos que ella filmó, incluido uno de 1991 en el que se reencuentra con gente que fotografió diez años atrás y le pregunta qué pensaba en esa época y qué rumbo había tomado su vida desde entonces.

Un sector de la muestra destaca el uso que dieron a sus fotos medios como las revistas Time, Newsweek, Paris Match y el suplemento dominical de The New York Times (Sunday Magazine). Detrás de ese ala de la galería hay imágenes publicadas en esa misma época en su libro de 1981 "Nicaragua", que constituye un relato más amplio de la insurrección sandinista, cuyo objetivo era "dejar de lado la calidad sensacionalista de informes de prensa fragmentarios".

La muestra ofrece ejemplos interesantes de la vida propia que toma una foto famosa, como la que le sacó Meiselas a un joven sandinista cuando tiraba una bomba molotov al cuartel de la Guardia Nacional. Esa foto fue usada posteriormente por los sandinistas en material proselitista, incluido un póster.

Meiselas regresó a Nicaragua en el 2004, en el 25to aniversario del alzamiento contra Anastasio Somoza, instaló 19 copias grandes de sus fotos en cuatro ciudades donde tomó los retratos y filmó las reacciones de la gente. El documental con esas reacciones también puede ser visto en la muestra de Nueva York.

En 1990 Meiselas dejó de concentrarse en Latinoamérica y comenzó a fotografiar el Medio Oriente y, en particular, la lucha del pueblo kurdo en busca de crear un estado independiente.

Fotografió ruinas de aldeas bombardeadas por los soldados de Saddam Hussein y la excavación de tumbas comunes. Al documentar la desaparición de esas aldeas, comprobó cómo los refugiados se aferraban a las fotos de sus familias, como si esos retratos les permitiesen mantener la ilusión de que sus parientes seguían con vida.

Inició entonces un trabajo de seis años en los que recolectó fotos de otros, con el fin de preservar una cultura que parecía en peligro de desaparecer. Ese trabajo dio lugar al libro "Kurdistán: A la sombra de la historia ("Kurdistan: In the Shadow of History"), y al portal de internet http://www.akaKurdistan.com, en el que se invita a la gente a incorporar sus historias y sus fotos.

Puede resultar llamativo el que una fotógrafa del prestigio de Meiselas le dedique tanto tiempo a retratos viejos de otros. Pero esa actitud responde a lo que ella describe como la "responsabilidad del testigo".

"El acto de presenciar algo es muy importante", declaró en una entrevista. Pero es solo un primer paso, luego del cual se debe explorar "lo que sucede con lo que hacemos, cómo afecta a la gente que vemos, a la gente que ve el trabajo que hemos hecho".

En otras palabras, Meiselas no se contenta con tomar una foto e irse. Regresa y trata de ampliar su comprensión de lo que sucede. A menudo se mantiene en contacto con la gente que fotografió y no se limita a presentar exclusivamente lo que capta a través del visor de su cámara.

Esa era su actitud ya en los años 70, cuando pasó tres veranos con un grupo de desnudistas que recorrían pueblos y grabó horas de entrevistas, que posteriormente usó para acompañar con textos las fotos que exhibió. Ese trabajo, lanzado en 1974 bajo el nombre Carnival Strippers, fue el que le abrió las puertas a la renombrada agencia fotográfica Magnum, a la que se incorporó en 1976. Además, Meiselas editó el libro Chile within, donde recopiló el trabajo de fotógrafos chilenos durante el plebiscito de 1998.

En la actualidad, esos reportajes en varios formatos están de moda, gracias en buena medida a la internet, que permite acompañar las fotos documentales con videos digitales, audio y texto. Es el tipo de trabajo multidisciplinario que ella ha hecho toda su vida.

La muestra estará abierta hasta el 4 de enero.

Fuente: La Tercera


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