Quickribbon

CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

domingo, 5 de octubre de 2008

El fotógrafo rebelde

A principios de los setenta un suizo-italiano pisó tierras guatemaltecas en busca de aventura.

Por: Susana Portillo Guzmán

Guatemala.- Mauro Calanchina nació en Lugano, Suiza, el 17 de diciembre de 1957. Antes de viajar al país trabajó como asistente de cámara para una agencia de televisión; sus ahorros le alcanzaron para buscar su independencia y encontrar un destino: Guatemala.

A sus 15 años, Mauro Calanchina vino con la inquietud de nuevas experiencias. Luego de hacer unas cuantas amistades, consiguió trabajo como fotomecánico en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). Su función era preparar las placas para que se imprimieran folletos de las distintas facultades.

Aunque su fuerte en ese momento no era la fotografía, le inquietaba captar las imágenes de las luchas que se libraban en el país. Eran los tiempos del régimen militar de Carlos Manuel Arana Osorio (1970-1974), cuando con su lente captó diversos acontecimientos de la guerra.

Mauro había descubierto su verdadera vocación, y para 1977 sus fotos eran una denuncia de lo que acontecía. Su testimonio gráfico expone el movimiento social guatemalteco, como la marcha de los mineros de Ixtahuacán, Huehuetenango, en 1977, y los momentos de dolor en entierros como los de Oliverio Castañeda y Manuel Colom Argueta.

También estuvo con su cámara cuando inundaron las calles con claveles rojos por el entierro del estudiante de Agronomía Robin García. Esta imagen ha sido portada de libros y murales de la Usac. El Centro de Investigaciones en Derechos Humanos (CIDH) ha utilizado a lo largo de sus 15 años las fotografías de Calanchina en la mayoría de sus publicaciones.

Al final de los años ochenta, su estudio fotográfico fue ocupado por el Ejército, y los negativos fueron quemados. Huyó al exilio con tristeza, ante la imposibilidad de recuperar sus archivos fotográficos. Lo que ignoraba era que su amigo Miguel Ángel Sagone había guardado una copia, y gracias a ello se pueden exhibir las imágenes tal y cual las tomó.

Siempre le gustó que a sus fotos las acompañaran música en inglés de la época, como la de Pink Floyd. “La uso para que la gente se ambiente a ese entonces: además de tanto sufrimiento, había mucho amor, muchas chupas, como ahora”, relata en la última entrevista que le hicieron. Dominaba perfectamente el italiano y el español.

En 1989 se exilió en México, y regresó a Guatemala diez años después, junto con su esposa Ximena, guatemalteca de padres chilenos, y sus dos hijos, Salvatore y Luciano. Años más tarde, volvió a su natal Suiza en busca de mejores alternativas de las que encontraría aquí para curar el cáncer. Su lucha contra la enfermedad terminó el 28 de septiembre.

Vino a Guatemala el 26 de abril de este año para estar en un homenaje que le rindió la Usac. Montaron una exposición con más de 100 imágenes captadas con su lente; la titularon: Contra el Olvido. Sus fotografías fueron aplaudidas en México y Chile. En su lugar de nacimiento, la televisión Suiza realizó un homenaje donde se mostró su trabajo.

Regresó como antes, con su cámara colgada al hombro, y al momento que le pidieron hablar frente a los micrófonos dijo que quería hacer lo que mejor hacía. Pidió a los presentes al acto que empuñaran las manos como aquel 4 de agosto de 1977, cuando los claveles rojos miraron hacia el cielo.

Fuente: El Periodico de Guatemala


0 comentarios:

Template Design | Elque 2007

ir cabecerair cabecera