Caldereros en San Sebastián, en 1984. [ANTXON AGUIRRE SORONDO]

NEREA AZURMENDI

SAN SEBASTIÁN. DV. Eusko Ikaskuntza comenzó hace tiempo a avanzar por el camino de la digitalización. Desde mediados de la década de los noventa, no sólo ha digitalizado su propio fondo antiguo y el enorme capital de información -incluida la información gráfica- de la Enciclopedia Auñamendi, sino que mediante convenios con ayuntamientos y otras entidades ha extendido la tarea de llevar miles de documentos e imágenes a formato digital más allá del ámbito de la institución.

Ahora, ha aprovechado la experiencia acumulada para desarrollar un proyecto propio, el fondo de imágenes 3digitala, y lo ha hecho a través de la Fundación Euskomedia, su «brazo digital» , creada en 2002 para difundir contenidos culturales y científicos por medios telemáticos. Así, y tal como destaca la directora de la Fundación Euskomedia, Arantza Cuesta, 3digitala no es un banco de imágenes al uso, sino que se enmarca en la vocación de difusión cultural de Eusko Ikaskuntza y el resto de las iniciativas que han surgido de una sociedad que en diez años será centenaria.

Fotografía moderna

«Hay bastantes fondos de fotografía histórica -subraya Arantza Cuesta-, y en nuestras propias colecciones también predominan las fotografías antiguas. Sin embargo, en las últimas décadas hay mucha gente que está haciendo cosas muy buenas, y no tiene demasiados canales para mostrar y difundir su trabajo, por lo que pensamos que podríamos dar esa orientación a la experiencia que ya teníamos en el campo de la digitalización». En Euskomedia, además, eran muy frecuentes las peticiones de material gráfico por parte de usuarios profesionales -editoriales, agencias de publicidad...-, que se resolvían de manera poco sistematizada y, si se referían a fotografías posteriores a la década de los 70, a veces ni tan siquiera se podían satisfacer por falta de material. Y algunos autores ya llevaban un tiempo sugiriendo la posibilidad de crear un nuevo canal para difundir su trabajo gráfico... Así, esas tres inquietudes confluyeron en la creación de 3digitala, que dio sus primeros pasos a mediados de 2006 y ha dado el salto a la red hace unas semanas.

El resultado es una amplísima colección de fotografías realizadas en las últimas tres décadas, digitalizadas en la mayor parte de los casos a partir de las dispositivas originales, que abarcan un extenso campo temático que en la actualidad se centra sobre todo en arte, arquitectura, folklore, etnografía, naturaleza y paisajes, y que está constituido por cuatro fondos. Destaca por su volumen, con 9.534 imágenes, el fondo de Antxon Aguirre Sorondo, al que sigue en cuanto al número de imágenes (4.224) el Archivo Sahats, que recoge fundamentalmente paisajes y arte de Navarra. En cuanto a las 50 imágenes que componen el fondo del fotógrafo bayonés Kepa Etchandy, se ciñen a Iparralde, y San Sebastián domina entre el centenar de imágenes de Juan Mari Zurutuza.

La única colección que rebasa los límites de Euskal Herria es la de Jesús Tellería Armendáriz, un fondo de cerca de 3.000 imágenes referidas al arte románico y captadas en distintas comunidades y países, la mayor colección sobre el tema completada por una sola persona. En total, en la actualidad hay 16.831 imágenes disponibles, aunque el número crece constantemente.

Con valor añadido

3digitala, sin embargo, no se limita a seleccionar, digitalizar y almacenar imágenes. Ni tan siquiera es ese su principal rasgo distintivo. Lo que distingue a 3digitala, en línea con el compromiso de divulgación de la entidad que ha puesto en marcha la iniciativa, es el exhaustivo trabajo de catalogación que se realiza con cada una de las imágenes, lo que las enriquece con una completa ficha descriptiva y con enlaces a contenidos relacionados, y hace posible también búsquedas en base a muy diversos criterios. Ese es su valor añadido. Y precisamente por eso, el proyecto -íntegramente financiado por Euskomedia- avanza al ritmo que posibilitan los recursos de los que disponen. Ya hay más de 29.000 imágenes digitalizadas, pero el meticuloso trabajo de catalogación, y ese es un punto en el que no relajan su nivel de exigencia, requiere mucho tiempo. «Tenemos una persona escaneando y dos catalogando, nuestros recursos no dan para más», afirma Arantza Cuesta, confiando en que tal vez pueda interesarse por el proyecto algún patrocinador que les ayude a «dar el salto».

Fuente: Diario Vasco