Obra de Marcelo Brodsky

Argentina.- La obra de Brodsky no se erige sólo desde lo estético; su militancia en organismos de derechos humanos, su protagonismo en la construcción de la memoria y el debate sobre el terrorismo de Estado integran la mayoría de sus ensayos fotográficos. Esto explica que el MAC haya incluido la retrospectiva del maestro en su programación del “Mes de la memoria”. La exposición abre sus puertas hoy, a las 20 horas.

El propio Brodsky ha afirmado que “el arte es una forma de comunicación que nos permite abordar la tragedia”. La coherencia conceptual y temática que presenta una muestra que abarca desde 1984 hasta 2007, evidencia la convicción de un artista que cree que “la memoria, la identidad y su representación constituyen parte de los ejes centrales de construcción y de debate de la escena artística contemporánea.”. Su exilio durante los ochenta en Barcelona, donde estudió Economía y Fotografía con el maestro catalán Manel Esclusa, y la desaparición de un hermano en la ESMA, son marcas biográficas impresas en su obra. Brodsky asume el relato personal como inscripción en la memoria colectiva. Lo asume con maestría, sabe que para abordar la tragedia en el arte las obras deben desatar pensamiento.

Dominio de la técnica, combinación del lenguaje iconográfico con el lenguaje escrito, rigor estético en la realización de las obras, forman parte de las virtudes que hacen de Brodsky un artista que lleva hasta los límites el diálogo entre arte y sociedad.

Quien suele presenciar la fotografía como un arte estático, como una imagen atrapada en el tiempo, no podrá evitar el desconcierto al enfrentarse a la obra de este fotógrafo. En sus composiciones todo es movimiento, las imágenes narran hacia un afuera, hacia el presente del espectador, quien sin tiempo para reponerse se descubre participando del relato. Es quizás esta fuerza narrativa la que hace de Brodsky un artista mayor de las artes visuales argentinas.

La exposición conformada por varios ensayos fotográficos, se inicia con “Buena memoria”, una instalación que relata la evolución personal y colectiva de un grupo de estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires, marcados por la desaparición de dos de sus estudiantes en la última dictadura. El propio autor nos explica: “es una instalación con fotos, videos y textos, donde nada se sostiene por sí solo, sino en la interacción de los lenguajes”. “La totalidad del espacio es una nube donde los rostros de los desaparecidos rompen el equilibrio”. Esta concepción del espacio inserto en una nube, un manto del tiempo, un tejido de objetos superpuestos en la imagen que capta la lente, es un motivo que se repite en todas las etapas de su obra que presenta esta muestra.

A “Buena memoria” le sigue “Bosque de la memoria”. Y Brodsky aquí se detiene, nos comenta que tiene que corregir un detalle, y se vuelve a detener mirando las fotos que muestran los nombres de los desaparecidos tucumanos, y nos dice: “Los nombres sufren un proceso de deterioro como de segunda desaparición”.

“Los condenados de la tierra”, es una instalación con libros que fueron enterrados durante la represión. El autor ha incluido en este caso el testimonio fotográfico de la exposición en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. “Nexos”, ensayo fotográfico publicado por la marca editora 2001, está conformada por imágenes de los archivos sacadas clandestinamente de la ESMA. Un punto culminante en ese trabajo de la memoria reciente lo marca “Los condenados de la tierra”, exposición con restos de granitos de la AMIA.

Pero la belleza, aplazada por el horror de una historia narrada en imágenes que luchan con el tiempo y el espacio, emerge en la obra más reciente de Brodsky. Una inusitada “Correspondencia” visual con su maestro Manel Esclusa. Un diálogo a través de imágenes de hondo sentido lírico.

Aquí aparecen elementos constituyentes de toda su obra: el movimiento de la naturaleza y del paisaje urbano, la marca del tiempo borrando la huella de lo humano. Pero aparecen plasmados en una depuración estética. “Correspondencia” es de este modo un claro en el camino que la escritura de la violencia no ha podido borronear, como si el autor nos dijera, «no teman, las imágenes de la memoria conducen a una imagen mejor de lo que fuimos».

La exposición está organizada por la Cruz Roja Argentina y auspiciada por Telecom.

Mañana, viernes 7, en la sala planta baja del MAC (Zuviría 90), tendrá lugar la inauguración de la muestra “Punto Poncho, Una mirada regional del arte contemporáneo”. Son pinturas y esculturas que pertenecen a los artistas plásticos, Guillermo Rodríguez, Francisco Cruz, Dardo Vargas y Rodolfo Vivas.

Fuente: Noticias Iruya.com