Karmen por Karmen: Arte personal y emotivo
NORMA NIURKA
EE.UU de Norteamerica.- Frente a la computadora que empezó a conocer hace poco más de dos años, Karmen Vega pasa la mayor parte de sus días y noches creando un arte personal de fuerte carga emocional. Arrastrada por un ímpetu casi obsesivo, sólo se levanta del escritorio para hacer algún borsh (sopa de remolacha al estilo ucraniano); o para alimentar a sus perritos. Después continúa inmersa en la vorágine, tomándose fotos a sí misma, manipulando imágenes, viendo revelarse en la pantalla figuras, colores, formas, atmósferas que evocan y sugieren.
''Se ha despertado un volcán dentro de mí'', expresa la mujer hispano-soviética que encontró en Cuba su tercera patria y reside en Miami desde 1983. ``He estado sin levantarme de ahí 14 horas seguidas, suelo estar desde las seis de la mañana hasta que el cuerpo no da más. Si pudiera estar haciendo fotos todo el día, lo haría''.
Karmen, de 58 años, es la primera sorprendida de haber encontrado relegadas en su interior manifestaciones artísticas que jamás imaginó salieran a flote en el peor momento de su vida. Su arte creado en solitario, donde multiplica sutilmente su imagen, refleja su legado multicultural de ricas experiencias, y sus interrogantes.
Parte de esta obra fotográfica digital, creada el año pasado, se exhibirá bajo el nombre de Karmen por Karmen, el próximo viernes en Amat Art Gallery, del suroeste de Miami.
''Siempre pedí a Dios me diera un don que tuviera que ver con el arte y ha llegado por donde menos me imaginaba, por una computadora'', expresa Karmen, con su puro acento español. Aunque su lengua materna es el castellano, su idioma hasta la adolescencia fue el ruso, que habla a la perfección y practica a diario en el vecindario donde reside, al norte de Miami.
Las series de la exposición denotan sus tres influencias culturales: lo ruso de su nacimiento (nació y creció en Moscú), lo español de sus padres y ancestros (familias que al terminar la guerra civil española partieron hacia la Unión Soviética y allí tuvieron a sus hijos); y Cuba, donde, de 1966 a 1979, se casó en dos ocasiones, nació el primero de sus dos hijos, y adonde aspira a regresar algún día.
''Amo a mis tres países, mi corazón está dividido en tres pedazos'', afirma quien fuera profesora de ruso en el Instituto de Idiomas Máximo Gorki, de Miramar, de 1974 a 1979. ``Lo que más me impresionó al llegar a Cuba de pequeña fue la belleza y variedad de las palmeras, parecía que hablaban con uno; y el sol y el cielo tan lleno de estrellas''.
En su trabajo, la serie Kuba contiene notables referencias a la isla; en Invierno se siente la estepa siberiana, el toro símbolo de España aparece en Krueldad, el misterio está latente en el verde viscoso de Laberinto, la fruta amarilla de Ofrenda es surrealista; y la intriga aparece en Paseo, con el rostro múltiple de la artista asomado por raras escotillas.
Además de su intuición y creatividad, la propia dinámica del trabajo ayuda a la artista a crear. ''Puedo tener ideas y empezar a hacer algo y, de repente, surge algo ahí que no estaba en mi mente'', explica. ``Empiezo un tema ruso y me sale uno español''.
''El trabajo de Karmen es provocativo, misterioso y profundo, abierto a interpretaciones'', opina Fernando Martínez, codirector de la galería Amat, quien confió en el talento de la nueva artista. ``Desde que vi el primero me fascinaron las imágenes y el significado que hay detrás de ellas''.
Hace sólo tres años, continuas circunstancias adversas y el profundo dolor ante la muerte de su hijo menor, Tito, de 33 años, hicieron caer a Karmen en la desolación. La computadora vino a disipar su mente atormentada. Aprendió a usarla y, como siempre fue aficionada a la fotografia, empezó a explorar el diseño digital. Ya adentrada en la tecnología, una noche acudió a un concierto de Martirio, por quien siente gran admiración. El arte de la cantante española, su vestuario, su acento, las tonalidades andaluces de su música y los boleros que interpretó le produjeron gran emoción.
``La sensualidad de Martirio en escena, lo española que es, el uso del abanico que tanto me gusta, despertaron esa fibra en mí. Empecé a mezclar mi imagen con abanicos, inspirada siempre en la imagen de Martirio''.
Animada por la aprobación de sus amistades, continuó desarrollando su arte, creó su sitio en Internet y su compañía Photovideo Art, de Karmen por Karmen.
Ella adjudica parte del descubrimiento de esa facultad creativa a su hijo fallecido. ''Le pedí: Tú que me conoces tan bien, ayúdame a sentirme mejor, descubre algo en mí que me ayude'', recuerda. En su obra Cerradura, Tito aparece por tres sitios como recordatorio de una presencia que no muere. Es el homenaje de una madre herida a su fuente de inspiración. ``Ahora me siento satisfecha porque puedo descargar lo que tengo adentro y hacer algo que se pueda admirar''.•
Fuente: El Nuevo Herald
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