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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

sábado, 22 de diciembre de 2007

Cosecha triunfos fotógrafa mexicana Blanca Santamaría

MÉXICO, D.F.(SUN)

Blanca Santamaría acaba de recibir la Estrella de Plata, diseñada por el famoso escultor Sebastián, que otorga el Fashion Group México a lo más destacado del medio de la moda. Ella la recibió por su trayectoria en ese ámbito.

Generalmente, Blanca trabaja en un estudio que comparte con su esposo, Gabriel Covián, que entre otras satisfacciones profesionales, cuenta el haber hecho fotos para National Geographic.

Incidentalmente, el estudio tiene 160 metros cuadrados y 9 metros de altura; tres fosas para tomar al ras del piso y dos pasos de gato, para hacer tomas desde arriba o montar tramoya; incluye camerinos y dos baños completos de lujo, cocina equipada... Es como una gran locación.

"Aquí, en el estudio, podemos hacer grandes escenografías, pero la fotografía de moda es como la moda misma, es decir, debe ser adaptable".

"Pero también he trabajado en muchas otras ciudades de México, así como en Miami y en Nueva York, esta última, la ciudad de las grandes ligas de la fotografía".

Por cierto, la luz de Miami es maravillosa, por estar esa ciudad más al norte de México y al nivel del mar. Casi todo el día puedes tomar fotografías en el exterior.

Trabajar en locación, especialmente de viaje, crea en el equipo humano una atmósfera muy amistosa, solidaria. Además, conoces lugares maravillosos, aunque te puedes enfrentar a problemas climáticos, de obtención de permisos, de tráfico y otros sobre los que no tienes dominio.

Por eso lo mejor es aprovechar la circunstancia... que a veces puede propiciar tu mejor foto.

- ¿Qué implica trabajar con modelos?

- Para mí, las y los modelos son, antes que nada, seres humanos con una profesión como cualquier otra. Los fotógrafos no somos nada sin ellos. Esto nos lleva al tema del respeto por el trabajo de los demás.

En los tiempos que empecé, había muy pocas modelos. Ahora hay muchísimas. La gran mayoría de ellas son de Brasil, lo cual me encanta, porque son simpáticas, altas, guapas, con hermosas figuras y piel.

Son profesionales y amables, y en esa misma nacionalidad encuentras rubias, trigueñas, negras... una variedad de estilos impresionantes y a cual más de hermosas y en el caso de los modelos, guapos.

- ¿Para exhibir ropa, realmente se requiere de un cuerpo ultradelgado, o de dónde nos llegó la moda de las ultraflacas, con el consiguiente problema de la anorexia? -
Las modelos de cuerpos demasiado delgados no son estéticas, les cuelga la ropa, parecen enfermas. Es cierto que un cuerpo delgado porta y luce mejor la ropa, pero no hay que perder el piso.

La salud se nota en la piel, los dientes, el cabello, la actitud... En Europa, las modelos son más delgadas que aquí, pero es por razones de cultura; aunque están tratando de controlar ese aspecto mediante una reglamentación para que las chicas que suben a la pasarela tengan determinado peso mínimo.

Ahora, en mi opinión, la anorexia no es un problema de la moda; es un problema de casa. En dónde están las mamás cuando sus hijas no comen?

- ¿Qué dificultades ofrece la fotografía de moda?

-Este tipo de trabajo es completamente de equipo; incluye desde la señora que plancha la ropa hasta los modelos, maquillistas, peinadores, coordinadores, etcétera. Todos tenemos un mérito en el resultado. Lo importante es conformar un grupo fuerte, sólido, responsable, y crear un buen ambiente laboral.

Personalmente, y por muchos años, he sido parte de dos grandes cadenas departamentales, lo cual te da mucha experiencia, velocidad y conocimiento de tendencias de la moda, experiencia en el extranjero y otras armas para mejorar tu trabajo.

Pero existen muchos otros mercados, como los fabricantes de ropa en México.

- ¿Te llegas a enamorar de los vestidos que retratas?

- ¡Por supuesto! ¿Qué mujer no lo haría? Me encanta la ropa y los zapatos. La moda es aspiracional y fascinante; es arte. Pero, de nuevo, no hay que perder el piso. Aunque es maravillosa, no deja de ser un disfraz, una máscara que la mujer usa en diferentes ocasiones. Dice mucho de ella, pero no todo.

- ¿A qué modelos top te gustaría retratar y por qué?

- He retratado a Esther Cañadas y a Deborah Brener, quien trabajó mucho con el reconocido fotógrafo Victor Skrebneski, que tiene su base en Chicago. Ellas son grandes modelos, pero la verdad, no pienso específicamente en las tops sino más bien en proyectos donde el trabajo creativo es infinito.

Por otra parte, todas las mujeres son interesantes; somos un cúmulo de experiencias, pasión, amor y desamor, inteligencia y sagacidad.

En mi caso, la mejor modelo es la que estoy tomando, porque es la mujer que debo proyectar.

- ¿A qué atribuyes la explosiva expansión de la moda que ocurre en todo el mundo y que se refleja en México? Sobre todo nos llegan marcas de lujo.

- La moda es un gran negocio. Las marcas finas, de diseñador, alcanzan unos precios exhorbitantes. Yo no soy quién para juzgar si lo valen o no, porque en este caso es como el arte.

Sin embargo, en nuestro país, aunque existe un mercado para esos precios, nuestra realidad económica y social impide a mucha gente accesar a esas mercancías, aunque sí le permite ver lo que hay de moda y comprarlo a una empresa manufacturera con precios accesibles.

Finalmente, no podemos olvidar a la cantidad de personas que mantienen a sus familias trabajando, como yo, en esta industria que es como una cadena alimenticia. En todo el mundo hay mercado para todos y tú accedes a lo que quieres y puedes.

Lo que sí es importante destacar es que ninguna mujer debe basar su seguridad en el costo de las prendas. La misma Coco Chanel decía que lo más hermoso de una mujer es su personalidad, no su vestido. Y esa no se compra a ningún precio.

- ¿Hay muchas otras fotógrafas mexicanas dedicadas a la moda?

- En México somos tal vez cinco, y aunque en Estados Unidos existen muchas de la talla de Deborah Turbeville, Sheila Metzner o Joyce Tennesson, el mundo de la fotografía de moda sigue bajo el dominio de los hombres.

Fuente: Frontera.info

La fotografía requiere destreza tecnológica y este es un tema un poco difícil para la mujer... más no imposible.

- ¿Cómo fue que te convertiste en fotógrafa de moda?

- Por medio de mi esposo y socio conocí a Héctor de Anda, entonces editor de Vogue en México, quien me dio la oportunidad y, como se dice, entré por la puerta grande. Allá por 1984, mi primer reportaje fue de capas y abrigos. Y de ahí en adelante no he parado.


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