Una exposición recrea aquellos maravillosos años en la prensa londinense
Hubo un tiempo en el que los periódicos londinenses tenían su sede en la histórica Fleet Street, próxima a la City y Westminster, los centros de poder financiero y político, y llena de pubs frecuentados a veces por más periodistas que las propias redacciones.
Ahora una exposición fotográfica quiere recrear el ambiente de aquellos maravillosos años para contar la historia del influyente Cuarto Poder y el desarrollo de la fotografía de prensa, que pasó de ser un elemento decorativo a ocupar un lugar central en tabloides y periódicos serios
.La exposición, abierta hasta el 21 de octubre en la National Portrait Gallery, cubre los años transcurridos desde la aparición de la fotografía de prensa a principios de siglo hasta los años ochenta, cuando los rotativos comenzaron a abandonar la mítica calle con destino a los viejos muelles del Támesis.
La fotografía cambió para siempre la prensa: hizo más directas las noticias al plasmar los hechos tal y como habían ocurrido y supo acercar a los ciudadanos a los personajes famosos, captados sin el ceremonial del estudio y, muchas veces, sin permiso.
Fue el tabloide británico 'Daily Mirror' el primer periódico del mundo en utilizar a partir de 1904 fotografías diarias; otros pronto siguieron el ejemplo y ofrecieron instantáneas de políticos, gángsters, miembros de la realeza, modelos, actores o gente corriente.
La muestra reúne fotografías históricas como la de un niño vendedor de periódicos con las últimas noticias del naufragio del Titanic en 1912, la de la sufragista Emmeline Pankhurst siendo detenida frente al Palacio de Buckingham en 1914 o la de Winston Churchill supervisando los daños de un bombardeo en plena Segunda Guerra Mundial (1939-45).
Y documenta cómo algunas instantáneas influyeron en la historia, como aquella de Eduardo VIII y Wallis Simpson de vacaciones en Yugoslavia en agosto de 1936 durante el largo silencio que precedió a la abdicación del Rey y cuando los británicos no sabían apenas nada de la divorciada estadounidense.
Después 'The Daily Mail', al informar de la abdicación, incluiría una fotografía central en la que un ya Príncipe Eduardo se tapaba con la mano la cara mientras sale en coche del Palacio de Windsor.
Hay otras imágenes más frescas en nuestra memoria: John Lennon y Yoko Ono a la salida de un tribunal acusados de posesión de cannabis, unos radiantes Sex Pistols bajo una ducha de cerveza o una todavía Diana Spencer con sólo 19 años perseguida por los fotógrafos tras su compromiso con el Príncipe de Gales.
Hay fotos también de la tribu de la prensa, de sus anónimos integrantes, como aquel reportero que dicta por teléfono una crónica de un partido de fútbol en 1933, de los periodistas de sucesos haciendo guardia en Scotland Yard o, como no podía ser de otra forma en esta exposición, de los fotógrafos de prensa.
Y de otros no tan desconocidos, como los magnates Robert Maxwell y Rupert Murdoch, este último uno de los que más contribuyó años más tarde a la desbandada de Fleet Street al llevarse los dos tabloides británicos de su imperio 'The Sun' y 'News of the World' al barrio industrial de Wapping, en el este de Londres.
Pero la gran protagonista es Fleet Street, presente en una fotografía que la muestra desierta en una noche de 1947 y latente en cada una de las historias contadas en la exposición.
Porque Fleet Street, próxima al Parlamento y Downing Street, pero también a los tribunales de Justicia y a la City, era sinónimo de periodismo en el Reino Unido.
El periodismo de aquellos años en los que las redacciones y las imprentas estaban en el mismo lugar y la calle olía a tinta, el de aquellos reporteros que callejeaban en busca de la noticia y, sin ordenadores portátiles ni móviles, tenían que dictar la información desde cualquier teléfono público.
Eran otros años.
Terra Actualidad - EFE
Ahora una exposición fotográfica quiere recrear el ambiente de aquellos maravillosos años para contar la historia del influyente Cuarto Poder y el desarrollo de la fotografía de prensa, que pasó de ser un elemento decorativo a ocupar un lugar central en tabloides y periódicos serios
.La exposición, abierta hasta el 21 de octubre en la National Portrait Gallery, cubre los años transcurridos desde la aparición de la fotografía de prensa a principios de siglo hasta los años ochenta, cuando los rotativos comenzaron a abandonar la mítica calle con destino a los viejos muelles del Támesis.
La fotografía cambió para siempre la prensa: hizo más directas las noticias al plasmar los hechos tal y como habían ocurrido y supo acercar a los ciudadanos a los personajes famosos, captados sin el ceremonial del estudio y, muchas veces, sin permiso.
Fue el tabloide británico 'Daily Mirror' el primer periódico del mundo en utilizar a partir de 1904 fotografías diarias; otros pronto siguieron el ejemplo y ofrecieron instantáneas de políticos, gángsters, miembros de la realeza, modelos, actores o gente corriente.
La muestra reúne fotografías históricas como la de un niño vendedor de periódicos con las últimas noticias del naufragio del Titanic en 1912, la de la sufragista Emmeline Pankhurst siendo detenida frente al Palacio de Buckingham en 1914 o la de Winston Churchill supervisando los daños de un bombardeo en plena Segunda Guerra Mundial (1939-45).
Y documenta cómo algunas instantáneas influyeron en la historia, como aquella de Eduardo VIII y Wallis Simpson de vacaciones en Yugoslavia en agosto de 1936 durante el largo silencio que precedió a la abdicación del Rey y cuando los británicos no sabían apenas nada de la divorciada estadounidense.
Después 'The Daily Mail', al informar de la abdicación, incluiría una fotografía central en la que un ya Príncipe Eduardo se tapaba con la mano la cara mientras sale en coche del Palacio de Windsor.
Hay otras imágenes más frescas en nuestra memoria: John Lennon y Yoko Ono a la salida de un tribunal acusados de posesión de cannabis, unos radiantes Sex Pistols bajo una ducha de cerveza o una todavía Diana Spencer con sólo 19 años perseguida por los fotógrafos tras su compromiso con el Príncipe de Gales.
Hay fotos también de la tribu de la prensa, de sus anónimos integrantes, como aquel reportero que dicta por teléfono una crónica de un partido de fútbol en 1933, de los periodistas de sucesos haciendo guardia en Scotland Yard o, como no podía ser de otra forma en esta exposición, de los fotógrafos de prensa.
Y de otros no tan desconocidos, como los magnates Robert Maxwell y Rupert Murdoch, este último uno de los que más contribuyó años más tarde a la desbandada de Fleet Street al llevarse los dos tabloides británicos de su imperio 'The Sun' y 'News of the World' al barrio industrial de Wapping, en el este de Londres.
Pero la gran protagonista es Fleet Street, presente en una fotografía que la muestra desierta en una noche de 1947 y latente en cada una de las historias contadas en la exposición.
Porque Fleet Street, próxima al Parlamento y Downing Street, pero también a los tribunales de Justicia y a la City, era sinónimo de periodismo en el Reino Unido.
El periodismo de aquellos años en los que las redacciones y las imprentas estaban en el mismo lugar y la calle olía a tinta, el de aquellos reporteros que callejeaban en busca de la noticia y, sin ordenadores portátiles ni móviles, tenían que dictar la información desde cualquier teléfono público.
Eran otros años.
Terra Actualidad - EFE
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