Un libro documenta el primer siglo de fotografía en Córdoba
ROLDÁN SERRANO
Antonio Jesús González muestra una página de su libro
LUIS MIRANDA
CÓRDOBA. Si hasta entonces el único testimonio de la realidad eran la pintura y los grabados, desde la década de 1850, la historia de Córdoba se relata y se vive en la fotografía. Antonio Jesús González ha entrelazado la historia de Córdoba y la de su profesión en «La Mezquita de plata», un libro en el que relata una documentada historia de la llegada de la fotografía a Córdoba, de las personas que la ejercieron en sus primeros años y de los documentos gráficos que han quedado.
Editado por la Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí, el libro viene a llenar un vacío al relatar el primer siglo (1840-1939) de los fotógrafos y la fotografía en la ciudad. Si Daguerre había presentado su invento en 1839 ante el Parlamento francés y éste le pagó una pensión vitalicia a cambio de cederlo a la humanidad, los primeros fotógrafos de la época llegaron a Córdoba sólo nueve meses después. Como relata Antonio Jesús González, ya en 1840 hay constancia de que hubo un daguerrotipista visitando la ciudad. Hubo que esperar hasta 1844 para encontrar al primer retratista, que fue una mujer: Madama Fritz.
El desarrollo teconológico que fue haciendo evolucionar a la fotografía a través del tiempo es el hilo conductor de un libro en el que aparecen daguerrotipos originales ya en la década de 1850. De 1852 son las imágenes que tomó E. K. Tenison de la Mezquita y el Puente Romano.
Paisajes del río, portadas de iglesias, gente de la calle y el inevitable bosque de columnas de la Mezquita se suceden en las páginas de un libro en que también figuran las personas que intentaban ganarse la vida como fotógrafos en aquellos primeros años. «Entonces era algo que sólo estaba al alcance de la alta burguesía. Hay que tener en cuenta que un daguerrotipo podía costar entre 40 y 60 reales, mientras que un obrero ganaba de media 6 reales a la semana en aquella Córdoba rodeada de murallas que apenas tenía 40.000 habitantes», relata el autor del libro.
En el libro se comprueba cómo a la vez que evolucionaba la fotografía lo hacían también quienes la practicaban, con el desembarco de profesionales especializados en tarjetas de visita. La moda de las imágenes coloreadas, el testimonio de episodios históricos como la visita de la reina Isabel II en 1862 y el progresivo crecimiento se relatan en el primer libro que relata cómo llegó y arraigó la fotografía en Córdoba.
Editado por la Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí, el libro viene a llenar un vacío al relatar el primer siglo (1840-1939) de los fotógrafos y la fotografía en la ciudad. Si Daguerre había presentado su invento en 1839 ante el Parlamento francés y éste le pagó una pensión vitalicia a cambio de cederlo a la humanidad, los primeros fotógrafos de la época llegaron a Córdoba sólo nueve meses después. Como relata Antonio Jesús González, ya en 1840 hay constancia de que hubo un daguerrotipista visitando la ciudad. Hubo que esperar hasta 1844 para encontrar al primer retratista, que fue una mujer: Madama Fritz.
El desarrollo teconológico que fue haciendo evolucionar a la fotografía a través del tiempo es el hilo conductor de un libro en el que aparecen daguerrotipos originales ya en la década de 1850. De 1852 son las imágenes que tomó E. K. Tenison de la Mezquita y el Puente Romano.
Paisajes del río, portadas de iglesias, gente de la calle y el inevitable bosque de columnas de la Mezquita se suceden en las páginas de un libro en que también figuran las personas que intentaban ganarse la vida como fotógrafos en aquellos primeros años. «Entonces era algo que sólo estaba al alcance de la alta burguesía. Hay que tener en cuenta que un daguerrotipo podía costar entre 40 y 60 reales, mientras que un obrero ganaba de media 6 reales a la semana en aquella Córdoba rodeada de murallas que apenas tenía 40.000 habitantes», relata el autor del libro.
En el libro se comprueba cómo a la vez que evolucionaba la fotografía lo hacían también quienes la practicaban, con el desembarco de profesionales especializados en tarjetas de visita. La moda de las imágenes coloreadas, el testimonio de episodios históricos como la visita de la reina Isabel II en 1862 y el progresivo crecimiento se relatan en el primer libro que relata cómo llegó y arraigó la fotografía en Córdoba.
Fuente: ABC.es
0 comentarios:
Publicar un comentario