Autoretrato

En la mirada de Pablo Hojas se guarda el secreto de tres generaciones de fotógrafos. Una saga que empezó con su abuelo cuando la fotografía daba sus primeros pasos y que hoy continúa él en plena era digital.
Pablo Hojas nunca deja de mirar a su alrededor, pero lo que ve no le deja indiferente. Y no se calla. Para Hojas, la cultura vive en un caos regido por la política y "la cultura dirigida por políticos no funciona ni funcionará nunca".
No hay salas, no hay criterios, se compra la última inversión de moda y se ningunea a los excelentes profesionales de la región, que han de arruinarse para exponer en la única galería dedicada a la fotografía. La Galería Pablo Hojas.
Pablo Hojas escapa de las preguntas intrascendentes y da un repaso al panorama artístico de Cantabria poniendo los puntos sobre las íes y exigiendo a las instituciones atención para los grandes artistas de la fotografía que sigue dando la región: "Si CantabriaConfidencial me hace una entrevista, yo quiero dar caña".

Recuerdas tu primera fotografía?

La primera no sé bien cuál fue, pero sí recuerdo las primeras fotos: la casa de Botín desde La Magdalena y un negro bebiendo cerveza en el puerto. Por aquel entonces iba mucho al puerto, la publicaron en Alerta creo y la compraron Cerveza Cruz Blanca.

¿Aún conservas tu primera cámara?

Sí, aún la conservo, me la regaló mi abuelo. Era una Agfa de plástico.

¿Cómo empezaste en la fotografía?

Comencé a los 17 años, pero por obligación, en verano ayudaba a mi padre a hacer fotos. No me gustaba nada, toda la gente se iba de marcha, claro, y yo iba a hacer fotos en el Ateneo, y lo pasaba fatal.

¿Como ves el futuro de la fotografía en la era digital?

Estaremos todos en la foto digital dentro de nada. El blanco y negro y la química serán pronto romanticismo, pero bueno, es otra forma sólo. Otro camino. Pero todas las opciones me valen. Cuando veo una fotografía en un soporte nunca pregunto si es digital o si está hecha en papel higiénico; veo la imagen y si me seduce vale, no me importa el medio, la transmisión de la imagen al soporte, me sirve el mensaje, la imagen en sí. Sólo cambia el sistema, el proceso, de químico a digital. Nada más.No es importante el proceso, hoy día cualquiera tiene acceso a hacer una buena imagen, las cámaras te dan lo que necesites, excepto lo que metes en el cuadro. Eso sólo lo decides tú.

Pablo Hojas empieza a impacientarse. Tamborilea con los dedos sobre unos sobres con contactos esperando la pregunta que le permita tirarse a la yugular de la política cultural. Desde que pusiera en marcha la galería Pablo Hojas ha tenido que sufrir en carne propia la angustia de sacar adelante muestras de muchos de los más renombrados fotógrafos que ha dado esta región, la mayoría olvidados por las instituciones que prefieren invertir en el último fotógrafo de moda en EEUU antes que adquirir una sola obra de gente que lleva décadas paseando su trabajo por todo el mundo: "Si me haces una entrevista yo quiero dar caña, yo quiero sentir el pulso de la cultura en Cantabria. Que hay un desmadre increíble"

.¿Cómo está el panorama regional?

Lo primero nunca pondría a un político al frente de la Consejería de Cultura, sería un hombre ajeno a la política y ahora la Cultura la dominan los amigos de los políticos. La cultura dirigida por políticos no funciona nunca.

¿Se ningunea a los fotógrafos de la región?

Mira, hay muy buenos fotógrafos nacionales, y también aquí en Cantabria. No soy regionalista, pero me parece impresentable cómo se trata la cultura en Cantabria, es increíble e impresentable. Es un desastre que el Gobierno de Cantabria esté comprando fotógrafos yankis de moda y no adquiera ningún artista nacional y nisiquiera cántabro. No se han dignado siquiera a comprar obras de autores como Santamatilde o Angel de la Hoz, gente que está en colecciones de medio mundo. O el caso del Centro Nacional de Fotografía de Torrelavega, que está enseñando a no se quién y a no sé cuantos y todavía no he visto a ninguno de estos que acabo de nombrar porque sólo exhiben los fotógrafos de Torrelavega. No han mostrado a Luis Otí, ni a Pedro Palazuelos, ni tampoco a Jorge Fernández..Dentro de la cultura debe estar alguien que sepa, con criterio. Compran fotógrafos de moda, no tienen ni una sola obra de fotógrafos de aquí, y no sólo porque sean de aquí, sino porque tienen una proyección y unas obras de envergadura. Pues no han comprado ni una sola obra de Pedro Palazuelos, Jorge Fernández… etc.Me parece que o necesitan un asesor fotográfico o le están ninguneando.

Marea negra

¿Tan mal tratan la fotografía?

Todos tenemos a nuestro alcance los métodos para hacer fotografías, pero hay que comprar a García Alix, a Cristina García Rodero, a Robert Cappa.. todo vale, es cierto, cualquiera puede transmitir. Pero si compras hay que comprar autor. Me parece bien que compren, o mejor dicho que inviertan, en el último fotógrafo de moda. Pero es un caso parecido al del CNF u otras salas de la región nunca han expuesto gente como Ángel de la Hoz, un clásico con una obra muy maciza que siquiera ha aexpuesto en el CNF. O Pedro Palazuelos, otro grandísimo fotógrafo; Jorge Fernández, Francisco Santamatilde, el hombre que descubrió las humedades en la Cueva de Altamira.. No hay publicación de ellos. Son gente a la que se presta atención y se publica en todo el mundo.. menos en Cantabria, que no ha comprado nunca su obra. Por eso Juan Uslé acaba marchándose a EEUU. La cultura en Cantabria está manipulada por la poltica. Hay un desmadre brutal. Y es increíble que al CNF o al Modesto Tapia traigan a un fotógrafo de no sé donde que es no sé quien y le hagan un catálogo de tres o cuatro millones como vienen haciendo y además les copian las fotos, que es un desembolso enorme, que preparar una exposición como esta de Javier Salas supera el millón de pesetas. Y al final, gente como Javier Salas, que está en todo el mundo, que es de lo mejor, tiene que copiarse sus fotos para mostrarlas en un lugar privado. O Ángel Colina, que ganó el Photopress con aquella maravillosa foto de Reinosa, se tuvo que gastar un millón para poder enseñar sus fotos en mi galería. O Pedro Palazuelos, que estaba publicando libros y calendarios porque nadie exhibía sus fotos y por tanto nadie le compraba…

La fotografía está en su momento más álgido y en Cantabria las instituciones no están comprando obra de ningún fotógrafo cántrabro, en el tiempo que lleva funcionando la galería nunca se han acercado a comprar obra, nunca, sólo una vez vino Cagigas.

¿Cual puede ser la razón de este desinterés?

Que no tienen ni idea. Ellos se dejan llevar por lo que suena, pero sin criterios. Lo lógico es ir comprando obra de los fotógrafos de aquí, que Ángel de la Hoz es un clásico y le harán una exposición cuando ya haya muerto.Para hacer una exposición hay que hacer un grandísimo esfuerzo y el fotógrafo mucho más. Pero las instituciones no hacen ni caso, pero eso sí, se gastan cuatro millones en hacer un catálogo para no sé quien.

¿La solución pasaría por abrir espacios a la fotografía?

Sí, porque mira ahotra como está Santander: Sólo está la Galería Pablo Hojas y la municipal, y a veces Tantín, y ahora el Mercado del Este. No hay más espaciosPero además hay gente joven a la que hay que ayudar porque no pueden enseñar su trabajo. Copiar una buena foto puede costar alrededor de las 70.000 pesetas. El Gobierno tiene que ponerse las pilas y ayudar a los fotógrafos que empiezan, no a mí, a ellos, a los jóvenes que vienen empujando con un trabajo a muy bueno.

¿Quienes son los fotógrafos de cabecera de Pablo Hojas?

Uf, me gustan muchos... quizá Leopoldo Pomés, García Alix, Javier Salas.

¿Y entre los compañeros de la región que nombres destacarías?

Esteban Cobo es un fotógrafo muy bueno pero que no se prodiga demasiado, pero es que no pueden mostrar su trabajo.

¿Cómo está de salud fotografía de prensa en Cantabria?

Esos, los reporteros son la auténtica historia de Cantabria a través de sus objetivos. Además, la fotógrafía de prensa está mejorando, En El Diario la está cuidando bastante más, pero en Alerta, y en otros muchos medios, hay muchos fotógrafos que tendrían que pagar por el desprestigio que hacen con sus fotos. Hay fotógrafos que piensan en el dinero cada vez que disparan la cámara.Pero hay muy buenos fotógrafos: Celedonio, Javi Cotera, Ger, Esteban Cobo, Yarmen, Andrés Fernández.. fotógrafos que no disparan por disparar.Gente que se merece una retrospectiva de su trabajo y yo lo voy a hacer, voy a hacer una colectiva de los buenísimos reporteros que hay en esta tierra, se merecen una oportunidad.

Fuente: Cantabria Confidencial