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CITA mes de Diciembre 2008

La reproduccion de la obra de arte no solo esta condicionada por la manera de ver del fotografo, sino tambien por la del que mira la fotografia.

Gisele Freung (La fotografia como Documento Social)

martes, 22 de abril de 2008

Vuelve el "¡cámaras no!" de la era soviética

CRÓNICA DESDE MOSCÚ // DMITRI POLIKÁRPOV

Un abuelo mío --que le sea leve la tierra-- añadió en 1947 un ático a una casa modernista construida en pleno centro de Moscú y se instaló ahí con toda su familia. Las ventanas de la fachada daban justo a las cúpulas doradas del Kremlin y a la calle Arbat, por la que llegaba a su despacho el temible líder soviético Josif Stalin. Fue en este nuevo apartamento donde mi pariente pudo materializar, por fin, su vieja pasión por la fotografía.
Invitaba a sus numerosos amigos para retratarlos con una cámara que había encontrado en el demolido edificio del Reichstag en mayo de 1945. Sacaba fotos en un balcón con el Kremlin como telón de fondo, hasta que un día se presentaron dos agentes de los servicios especiales. Al revisar el archivo de negativos que guardaba, le exigieron que dejara de joderles la vida con sus relámpagos. "Imbécil; te apuntamos cada vez que sales al balcón con tu cámara por si pasara la comitiva del camarada Stalin", le dijeron.
Desde entonces, el estudio de fotografía de mi abuelo se trasladó a la parte del piso que daba al patio. La caída del imperio soviético acabó en los 90 con la prohibición de hacer fotos y cuadros en los alrededores del Kremlin. Casi 20 años después, los moscovitas están discutiendo estos días sobre un nuevo reglamento de los servicios especiales que prohíbe filmar y sacar fotos en 159 calles de Moscú sin obtener permiso previo de las autoridades.
Naturalmente, una gran parte de las calles con régimen especial están en el centro histórico, en las proximidades del Kremlin. Sin embargo, en la lista hay también callejones remotos que ningún moscovita hubiera imaginado. La explicación siempre es la misma: "Por aquí podría pasar la comitiva de un fulano", o bien, "aquí están edificios con régimen especial".
Según las nuevas reglas, no se permite hacer fotos "con fines comerciales o profesionales" (por ejemplo, para un medio de comunicación) sin autorización del Servicio Federal de Guardia (FSO), responsable de la seguridad de los hombres de Estado rusos. Eso significa que cada vez que a un profesional le toque fotografiar en una de las calles de la "zona prohibida", tiene que entregar en persona y con varios días de antelación una carta al FSO con todo un guión que explique para qué hace las fotos y en qué zonas. No se admiten faxes ni correo electrónico.
No hay multas. Pero los que trabajan sin permiso corren el riesgo de que un agente de los servicios secretos o un policía les haga borrar todas las imágenes tomadas clandestinamente. Presentar un carné de prensa solo agrava la infracción a los ojos de los agentes. Para no tener problemas, algunos reporteros gráficos aconsejan trabajar con cámaras pequeñas e intentar pasar por turistas. Y es que el reglamento restrictivo tiene una fisura que permite a los aficionados fotografiar con cámaras de una altura inferior a 14 centímetros. En muchas ocasiones, las cada vez más pequeñas máquinas modernas permiten cumplir con esta norma. "Lo importante es que no pongas una cara demasiado profesional", dijo al respecto un fotógrafo de una revista moscovita.

Fuente: El Periodico


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