La fotografía de García-Alix, referencia de la nueva temporada de Robayera

García-Alix en su muestra 'Llorando a aquella que creyó amarme'. / DM

El proyecto artístico de Miengo acogerá nuevas creaciones del universo del Premio Nacional

GUILLERMO BALBONA

Estado Español.- Durante más de un cuarto de siglo, Alberto García-Alix (León, 1956) ha realizado una fascinante crónica de su tiempo y de sí mismo, a través del retrato de las personas de su entorno personal y afectivo. El Premio Nacional de Fotografía 1999 será uno de los nombres propios de referencia de la temporada expositiva 2008 de Robayera, la sala municipal de Miengo inmersa en la celebración de su veinte aniversario.

El espacio que dirige Juan Manuel Puente, que ha incrementado la identidad internacional de su programa, ha dado cabida a la nómina más representativa del arte contemporáneo y de los diversos movimientos y lenguajes de la plástica española. La fotografía también ha encontrado su peso significativo en la oferta de Robayera, de las fusiones personales de pintura e imagen plasmadas por Juan Uslé a la poesía visual de Chema Madoz.

En la nueva temporada, que arrancará la próxima primavera y se extenderá hasta el otoño, la sala municipal acogerá, como una de sus propuestas estrella, las miradas de García-Alix, uno de los creadores más personales de la fotografía española de las últimas décadas. Sus retratos de amigos y artistas, noctámbulos, bohemios, personajes marginales de su particular tribu urbana, forman parte del universo personal de este poeta callejero, cuya obra se ha podido contemplar en Cantabria de manera esporádica, especialmente a través de colectivas, a excepción de 'El eco de mis pasos', en el CNF de Torrelavega.

Recientemente una pieza escultórica creada por el artista cántabro José Cobo reflejaba de manera simbólica la conmemoración de los veinte años del proyecto Robayera, caracterizado por haberse forjado durante una trayectoria pionera, arriesgada, de referencia nacional y que durante estas dos décadas ha sido habitada por los artistas más desatacados del arte español.

El proyecto de arte Robayera, que se adentrará en breve en una nueva temporada, ha crecido con prudencia y coherencia y en apenas cinco temporadas iniciales pasó a ser cita obligada de creadores y lenguajes diversos. Una iniciativa convertida en ejemplo de descentralización en la gestión cultural, fruto de la fe en las posibilidades de comunicación del arte y en un dinámico modelo destinado a acercar el arte desde otras perspectivas y con objetivos ajenos a la cultura espectáculo. Adolfo Estrada, Madoz, Eduardo Sanz fueron algunos de los nombres de la temporada pasada que abrieron este vigésimo aniversario de la sala de Miengo, la cual ha potenciado en los últimos años la apuesta internacional.

Mirada generacional

Cronista de su tiempo, el trabajo de García Alix discurre en paralelo a sus experiencias vitales, por lo que el conjunto de su obra constituye un paseo por la historia compartida de toda una generación. Alberto García-Alix inició su relación con la fotografía en 1976, utilizando la cámara como instrumento para perpetuar las emociones o, simplemente, las situaciones. La coherencia de su trabajo, así como las incursiones en el ámbito profesional y editorial, le han convertido en una de las miradas más reconocibles y en uno de los fotógrafos más activos.

Al margen de las innumerables exposiciones, García-Alix es muy conocido por sus trabajos para portadas de discos de algunos de los grupos más conocidos del panorama musical español, sobre todo en los años de la 'movida'. Sus retratos se caracterizan por el exquisito respeto a sus personajes, la sobriedad y un refinado gusto clásico exento de manipulaciones gratuitas.

Fuente: El Diario Montañes