Variaciones de la naturaleza

La muestra ‘El cielo entre los árboles’ de Juanjo Jiménez cuenta con 150 fotografías, que se pueden observar, hasta el 24 de noviembre, en la sala de exposiciones de CCM

VIRGILIO LIANTE
Estado Español.- El cielo entre los árboles es el sugerente título de la muestra fotográfica de Juanjo Jiménez, que se podrá visitar en la sala de exposiciones de CCM hasta el 24 de noviembre. La exposición recoge particulares variaciones sobre la naturaleza, con el cielo y los árboles como protagonistas, que el fotógrafo ha ido captando en sus viajes a La Laponia (Noruega), Pirineos y también a la Sierra de Albacete.
Las 150 obras tienen en común la sensación de soledad, el frío, el aislamiento y los cielos, que son como los árboles, ya que son formas cambiantes y distintas porque van mutando dependiendo de la luz del día y de las estaciones. Juanjo Jiménez ha buscado el contraste entre la fotografía y «ha manipulado la imagen haciendo simetrías, series y pintando con óleo, barnices, pigmentos para que existiera una integración dentro de ese particular puzzle que crea en sus obras».
Preguntado sobre si la soledad que proyectan sus imágenes tiene algo de autobiográfico, Juanjo Jiménez contesta que «sin lugar a dudas, porque las fotografías dicen mucho de uno, lo mismo que los cuadros, los poemas o una novela, pero también reflejan el mundo en el que vives. En cada obra intentas buscar emociones».
Para Juanjo Jiménez los viajes son la materia prima de las que se vale, son su entrenamiento antes de la realización de la obra que sería como la llegada a la meta. En este sentido, dice que viaja todo lo que puede «a sitios de montaña y, en concreto, en La Laponia he estado varias veces porque me interesa bastante la soledad que hay por aquellos sitios tan inhumanos, donde el concepto de tiempo y espacio cambia totalmente».

SUGERIR Y CONTAR.
Siempre ha mostrado su interés por el mundo vegetal en sus fotografías. Otra de las cosas que llama la atención es la ausencia de figuras humanas en sus obras porque como dice «antes si le hacía una fotografía a unos árboles y aparecía alguna persona, me esperaba a que se fueran», y en esta exposición «solamente hay una sombra que es mía, pero no tiene importancia».
«La figura humana no me interesa nada, porque me parece que ya nos vemos demasiado nosotros» y comenta que el ser humano de alguna forma está presente porque «los paisajes están modelados por el hombre cuando hay caminos, casas o árboles, que están podados por las manos de los seres humanos». Esta conciencia ecológica irremediablemente llama a preguntarle por los urbanicidios que se pueden ver en muchas ciudades, donde el hormigón se ha comido a la naturaleza por los pies. «Es algo que nos debería preocupar más, lo que pasa es que si le diéramos la importancia que tiene no pegaríamos ojo por las noches porque la corrupción urbanística existe en la costa, en la sierra y en el interior».
En este sentido, lo que no quiere hacer es arte-denuncia porque desde su punto de vista ya denuncia lo suficiente siendo socio de Ecologistas en Acción, mientras que «el arte no debe cumplir ninguna función, porque cuando al arte se le buscan funciones es cuando pierde todo su sentido».

Fuente: La Tribuna de Albacete