Pedro Javier Romera, premio de fotografía de 'National Geographic'

a imagen galardonada del joven de Galera refleja el cementerio granadino de la Toscana

JESÚS M. GARCÍA

Pedro Javier Romera Martínez acaba de obtener el primer premio de fotografía, en la modalidad de paisajes, de 'National Geographic'. Pedro Javier, un joven de treinta y cinco años natural de Galera y empleado de la Caja Rural, ha tenido que competir con más de 8.000 originales de toda España, que aspiraban al preciado galardón fotográfico.

«La foto premiada estuvo expuesta antes de enviarla al concurso en una muestra organizada por la Fundación Caja Rural», comenta Pedro, aún sorprendido por el eco que ha levantado su instantánea. «El responsable de la exposición -añade- quiso incluirla en la publicación que sobre estos asuntos edita la empresa, pero a mí me parecía que la cosa no era para tanto».

Montañero

Gran aficionado a la naturaleza, sin llegar a ser un ecologista a ultranza, Pedro ha incorporado una cámara fotográfica al equipo que normalmente se lleva a sus excursiones por las sierras de la zona, La Sagra, Sierra de Castril y Sierra de Baza.

«Al concurso de 'National Geographic' envié tres originales: uno de carácter costumbrista -un personaje muy conocido en la aldea de La Alquería (Galera)- , una araña de la familia de las tarántulas y la del cementerio de la Toscana, que fue finalmente la que se hizo con el primer premio», señala Romera. La imagen galardonada, como señala el autor, refleja el cementerio de la Toscana, una cortijada próxima a la localidad granadina de Puebla de Don Fadrique. «De pronto -dice- surgió una sorprendente luz de entre la tormenta que amenazaba por encima del cementerio, en donde estábamos unos amigos y yo. Y disparé».

Un incruento disparo que ha inmortalizado a Pedro Javier, a quien felicitan en el pueblo de Galera, desde las distintas oficinas de su entidad bancaria y sus amigos de toda España. Todo fue aparentemente así de sencillo. Pero es indudable que dentro de ese momento mágico, Pedro Javier estaba inmensamente cargado de sensibilidad.

La imagen no sólo capta el momento de la tormenta sino que se aprecia el cementerio de esta cortijada, con una serie de cruces en línea. No todo en la fotografía ha sido el instante capturado sino el conjunto y la forma en la que está realizada, la composición, la llamada linealidad. El resultado es una fotografía de gran fuerza, en la que se aprecia un paisaje único como el del altiplano del Norte de la provincia de Granada.

Fuente: Ideal.es