Desnudo y paradoja sin rostro en la fotografía de Lee Materazzi
"Clothes on Head". C-Print. Edicion de 5. 2008.
ALFREDO TRIFF
EE.UU..- Con un poco más de un año de inaugurada la Anthony Spinello Gallery ha estallado en la subcultura de la noche wynwoodiense. Los eventos se caracterizan por presentar arte contemporáneo atrayente a un audiencia multicultural joven, ansiosa de ver y participar. La muestra In Between Places de la artista miamense Lee Materazzi así lo prueba.
El arte de Materazzi aborda la figura humana pero su exploración no acomete la belleza ni la denuncia ni el documento histórico, tampoco el glamour ni el drama humano. Se trata más bien de un juego posicional que puede hallarse en cierta fotografía reciente, influenciada ésta por la teatralidad del video, donde la postura, la vestimenta y el contexto contribuyen a una escenografía esotérica y absurda.
La exposición consiste de dos series contrastantes. La primera presenta sujetos desnudos exhibiendo posiciones en reposo, fotografiados en interiores, ataviados con sobrecargados turbantes coloridos: Image #10 expone una joven esbelta desnuda, de pechos pequeños, sentada al borde de una butaca color verde con su brazo izquierdo sobre los muslos y el derecho sobre la esquina de la butaca. Su cabeza queda totalmente forrada por un abrumado bonete hecho de bufandas coloridas, pañuelos, texturas, etc. Imagen #9 exhibe a un joven desnudo sentado en el inodoro (no vemos la taza), con los brazos cruzados sobre los muslos; su cabeza adornada y oculta bajo un gran nudo de servilletas de mesa, bufandas y otros retazos de tela.
Posiblemente la foto más llamativa de la primera serie es Image #11. Debajo de la luz fría de la cocina la joven permanece desnuda y desafiante, con el brazo izquierdo doblado sobre las caderas. El volumen sin rostro del grácil cuerpo queda perfectamente delineado sobre el amarillo mostaza de la pared, entre la cocina y la lavadora de platos, los pies sobre la losa blanca (dos vasijas idénticas de cerámica indican la presencia de un animal casero). ¿Qué hacen estos maniquíes cabeza-de-trapo perdidos entre la intención y la acción? Materazzi saca sus necesidades socio-psicológicas y fisiológicas fuera de contexto y las lanza a una interrogante aparentemente inusitada.
La segunda serie de fotos reproduce situaciones de pánico chocante y absurdo. Cada individuo se encuentra normalmente vestido pero petrificado en la difícil y engorrosa ''posición de avestruz'', es decir, con la testa enterrada en la superficie más inmediata (es obvio que no tienen tiempo para elegir su guarida); sea la mesa de centro de la sala, la gravilla del estacionamiento o la tierra cubierta de maleza del patio.
Por tanto, no podemos imaginar qué motiva el pánico sobrecogedor a ese hombre retratado en Head in Rocks (vestido con camisa azul remangada y jeans, con la cabeza sepultada en la gravilla), como no sea el pánico mismo.
Durante la muestra, un profesor de fotografía me porfiaba que las fotos no eran procesadas; le respondí que me tenía sin cuidado, siempre que ''el truco'' no fuera el protagonista de la acción (para ponerlo en contexto, imaginen la diferencia entre el George Lucas de The Empire Strikes Back que se agencia del truco con el de Star Wars IIIThe Revenge of the Sith, que es todo truco).
¿Qué importancia tiene que la muchacha de Head in Dirt, con pulóver corto, falda de color gris y chancletas, arrodillada con el trasero empinado, los brazos extendidos y la cabeza enterrada en la tierra, tenga la cabeza realmente sepultada? La interrogante de la foto no está en --lo literal de-- meter la cabeza en un hueco, sino qué significa meter la cabeza en un hueco. ¿Enajenarse, huir, negar, borrar la identidad, no dar la cara? Quién sabe.
De cualquier manera Materazzi se sale con la suya. El arte siempre debe dejar abierto un resquicio por donde se cuelen los demonios.•
Fuen te: El Nuevo Herald
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