Memoria visual aún en busca de resguardo
kathya.millares@eluniversal.com.mx
Mexico.- Si “cada fotografía fija es un momento privilegiado transformado en un objeto delgado que uno puede guardar y volver a mirar”, como afirmó Susan Sontag, en una época enmarcada por el boom digital, ¿qué instantes del pasado podrán conservar las futuras generaciones?
Ante el llamado urgente de especialistas en conservación de fotografía para que se desarrollen políticas adecuadas para el manejo, difusión y conservación de los acervos visuales del mundo, en México, curadores, archivistas, conservadores, artistas, impresores, científicos y fabricantes se están subiendo a la palestra para exponer los inconvenientes y difundir las bondades de un archivo digital fotográfico.
El director del Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo), Juan Carlos Valdés, señala que puede existir una visión fatalista en cuanto al manejo de imágenes digitales, pues se piensa que “hay una desmaterialización de la fotografía al no ser analizada en soportes tradicionales como el papel, sin embargo, en la actualidad, con los medios digitales hay un redescubrimiento y una recreación de ésta de manera colectiva”.
Si bien es cierto que gracias a las características de este tipo de archivos y a la omnipotencia de internet cada vez más personas consultan acervos que estaban muy restringidos, depender del vertiginoso avance tecnológico puede convertirse en un pequeño dolor de cabeza para quienes salvaguardan la memoria gráfica del país.
El responsable del archivo fotográfico Manuel Toussaint, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Pedro Ángeles Jiménez, dice que “intentar comprender y aprender qué era el mundo digital ha sido terriblemente complejo, pues se necesitan de tecnologías que se están renovando constantemente”.
“Uno de los grandes retos, agrega, es poder mantener el ritmo de gasto de inversión en la tecnología que, además, no fabricamos nosotros”.
Pero la infraestructura no sólo se centra en equipo de cómputo actualizado, como lo explica Fernando Osorio, conservador de las colecciones fotográficas de Fundación Televisa: “Ahora, al digitalizar material analógico tenemos que tener un servidor, otro espacio físico para guardar el site y poner el sistema de almacenaje masivo digital, tener discos duros, terminales; antes contratabas a catalogadores, fotógrafos, conservadores, ahora hay que agregar a un informático y a un ingeniero en sistemas”.
Otro de los problemas a los que se enfrentan las diversas instituciones, museos o galerías donde se están creando este tipo de archivos, es a la facilidad con que los respaldos físicos (CD o DVD) pueden dañarse.
Juan Carlos Valdés explica: “Los CD o DVD, donde generalmente se guarda la imagen, tienen una capa de gelatina que evita que el láser los dañe, sin embargo, es un excelente elemento para el desarrollo de colonias de hongos o bacterias. Además de que son susceptibles a las descargas eléctricas, cargas magnéticas o cambios de temperatura”.
En diciembre pasado se organizó en México el Seminario de Fotografía Contemporánea, donde uno de los puntos nodales a discutir fue la conservación de imágenes digitales. Ahí la investigadora Franzika Frey, de la Escuela de Medios de Impresión del Instituto Tecnológico de Rochester, proporcionó datos que ejemplifican cómo estos soportes aún no garantizan una larga vida a la información, por ejemplo, un CD puede servir, en promedio, de dos a 30 años; el DVD, 10 años; los Magneto Optical Disks, 30 años; el disco duro, 10 años; las Digital Linear Tape (DLT) o las Linear Tape-Open (LTO), alrededor de 30 años.
La maquinaria se puso a funcionar, las instituciones ya dieron los primeros pasos para preservar la memoria digital de México, sin embargo, los especialistas coinciden en que hace falta una política de Estado, estandarización de procesos, además de un control de calidad en la digitalización de imágenes. De no ser así, un virus, o una falla en el sistema operativo podría borrar los recuerdos.
Fuente: El Universal
0 comentarios:
Publicar un comentario