«No me considero una fotógrafa; mi ojo es como el de un pintor»
La artista muestra en la sala de exposiciones temporales del Museo de la Cultura del Vino su colección fotográfica 'Emplazamientos/desplazamientos', que revisa el tiempo
ROBERTO RIVERA
Estado Español.- Bettina Geisselmann (Göppingen, Alemania, 1966) desplaza sus cuarenta y dos años de ¿fotógrafa?, convengamos mejor de artista plástica y visual, tratando de «sacarlos de su realidad para hacerlos más obvios en otra», más suya, más acorde con su mirada despierta, su sonrisa tamizada pero perenne, su pelo ondulado en rojo.
Es la base conceptual de la colección de imágenes que presenta en el Museo Vivanco, bajo el título 'Emplazamientos/desplazamientos'. El paradigma de una colección que permanecerá inamovible hasta el 13 de abril en la sala de exposiciones permanentes del centro cultural del vino.
-Su evolución artística, compleja, variada, parece tomar cuerpo en la colección.
-No me considero especialista en fotografía. Mi ojo es el de un pintor y a partir de ahí utilizo los medios, los analizo. Sinceramente. No me considero una fotógrafa ni una videoartista.
-En todos los trabajos se hace patente, no obstante, su condición de observadora. Sobre todo en los fotogramas de 'Recorrido de verano'.
-Una vez, viajando en tren, me di cuenta cómo el paisaje iba pasando, cómo la parte de atrás mantenía las formas de montañas y cielos mientras que lo que tenía más cerca pasaba deprisa y no tenía la seguridad de lo que veía. Pensé que era el reflejo de la relación del tiempo y nuestra vida, el día a día y la trayectoria. Tenía una visión global y a partir de ahí hubo un momento en el que indagué en lo técnico, la manera de representar el paso del tiempo y el espacio.
-Lo que es evidente es que usted plasma una forma peculiarísima de ver las cosas, de interpretar todo lo que se cruza en su camino.
-Es mi manera de trabajar. Quiero esconderme, en cierto modo, de mí misma. No sé realmente dónde voy. Tengo una forma diferente de ver la fotografía. La utilizo, la analizo y cojo lo que quiero de ella. Me baso en las ideas pero me pliego a la acción.
-Emplazamientos/desplazamientos, estar y moverse. Son conceptos esenciales en su obra.
-Sí. La serie de botellas, por ejemplo, presenta el contenido sin el continente, pero sí el reflejo de lo que lo contenía. Es un juego basado en la técnica. En este proyecto, como en la vida, no quiero saber dónde voy.
Colección ecléctica
-Se trata, en cualquier caso, de un conjunto ecléctico: fotografías de gran formato, transformadas en audisovisuales, fotografías que adquieren formas circulares...
-Son trabajos que pertenecen a diferentes momentos de mi trayectoria artística, y yo comencé como pintora para manejar después el collage, la fotografía... Pero todas tienen en común el tratamiento del tiempo y del espacio, y la visión que nosotros tenemos del paso del tiempo, de por qué se va. Emplazamientos y desplazamientos es un título que viene a refrendar que no se trata de una foto de algo concreto, sino de algo que he visto y que se ha movido. El hielo que se convierte en agua.
-Luego analiza aquello que retrata y refleja a través de su cámara para transformarlo a su imagen y semejanza.
-El objetivo es sacarlos de la realidad para hacerlos mucho más obvios en otra realidad.
-Se advierte, en sus palabras, el enorme peso que adquiere en su trabajo la condición del artista como creador.
-Más bien la de quien busca otro tipo de lectura en todo aquello que ve a su alrededor.
Tiempo y sobre todo espacio siguen, después de la entrevista, su diálogo en las instantáneas de Bettina Geisselmann. Menos instantáneas que nunca, más en movimiento que siempre. Su cámara lo refleja.
Fuente: El Correo digital
Estado Español.- Bettina Geisselmann (Göppingen, Alemania, 1966) desplaza sus cuarenta y dos años de ¿fotógrafa?, convengamos mejor de artista plástica y visual, tratando de «sacarlos de su realidad para hacerlos más obvios en otra», más suya, más acorde con su mirada despierta, su sonrisa tamizada pero perenne, su pelo ondulado en rojo.
Es la base conceptual de la colección de imágenes que presenta en el Museo Vivanco, bajo el título 'Emplazamientos/desplazamientos'. El paradigma de una colección que permanecerá inamovible hasta el 13 de abril en la sala de exposiciones permanentes del centro cultural del vino.
-Su evolución artística, compleja, variada, parece tomar cuerpo en la colección.
-No me considero especialista en fotografía. Mi ojo es el de un pintor y a partir de ahí utilizo los medios, los analizo. Sinceramente. No me considero una fotógrafa ni una videoartista.
-En todos los trabajos se hace patente, no obstante, su condición de observadora. Sobre todo en los fotogramas de 'Recorrido de verano'.
-Una vez, viajando en tren, me di cuenta cómo el paisaje iba pasando, cómo la parte de atrás mantenía las formas de montañas y cielos mientras que lo que tenía más cerca pasaba deprisa y no tenía la seguridad de lo que veía. Pensé que era el reflejo de la relación del tiempo y nuestra vida, el día a día y la trayectoria. Tenía una visión global y a partir de ahí hubo un momento en el que indagué en lo técnico, la manera de representar el paso del tiempo y el espacio.
-Lo que es evidente es que usted plasma una forma peculiarísima de ver las cosas, de interpretar todo lo que se cruza en su camino.
-Es mi manera de trabajar. Quiero esconderme, en cierto modo, de mí misma. No sé realmente dónde voy. Tengo una forma diferente de ver la fotografía. La utilizo, la analizo y cojo lo que quiero de ella. Me baso en las ideas pero me pliego a la acción.
-Emplazamientos/desplazamientos, estar y moverse. Son conceptos esenciales en su obra.
-Sí. La serie de botellas, por ejemplo, presenta el contenido sin el continente, pero sí el reflejo de lo que lo contenía. Es un juego basado en la técnica. En este proyecto, como en la vida, no quiero saber dónde voy.
Colección ecléctica
-Se trata, en cualquier caso, de un conjunto ecléctico: fotografías de gran formato, transformadas en audisovisuales, fotografías que adquieren formas circulares...
-Son trabajos que pertenecen a diferentes momentos de mi trayectoria artística, y yo comencé como pintora para manejar después el collage, la fotografía... Pero todas tienen en común el tratamiento del tiempo y del espacio, y la visión que nosotros tenemos del paso del tiempo, de por qué se va. Emplazamientos y desplazamientos es un título que viene a refrendar que no se trata de una foto de algo concreto, sino de algo que he visto y que se ha movido. El hielo que se convierte en agua.
-Luego analiza aquello que retrata y refleja a través de su cámara para transformarlo a su imagen y semejanza.
-El objetivo es sacarlos de la realidad para hacerlos mucho más obvios en otra realidad.
-Se advierte, en sus palabras, el enorme peso que adquiere en su trabajo la condición del artista como creador.
-Más bien la de quien busca otro tipo de lectura en todo aquello que ve a su alrededor.
Tiempo y sobre todo espacio siguen, después de la entrevista, su diálogo en las instantáneas de Bettina Geisselmann. Menos instantáneas que nunca, más en movimiento que siempre. Su cámara lo refleja.
Fuente: El Correo digital
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