Las imágenes para la historia de Heinz Vontin llegan a Vila

Una de las instantáneas del viaje que realizó Vontin a Eivissa en 1955 / H. Vontin

Las 300 fotografías se proyectarán como diapositivas en la galería Via2 hasta el próximo 5 de febrero

EIVISSA | ALBERTO FERRER

La Eivissa de los años cincuenta que retrató el alemán Heinz Vontin se podrá ver en Vila a partir del próximo martes de la mano del Consell Insular y la galería Via2. La muestra, con 300 imágenes tomadas en 1955, recoge los trajes, las costumbres y la vida pública durante las vacaciones que pasaron Vontin y su esposa en la isla aquel año. El suyo fue un viaje inquieto, en el que recorrieron toda la isla tomando fotos. El conseller de Cultura, Marià Torres, explicaba ayer, en la presentación de la exposición, que incluso se encontraron con algún problema «porque escandalizaba que una mujer anduviera con shorts por la vía pública» y tuvieron que volver al hotel para que ella se cambiara.
El viaje del matrimonio Vontin coincide con el momento en que la isla «todavía estaba dormida en el estilo de vida tradicional» pero comienza a desperezarse gracias a esos primeros turistas. El propio fotógrafo recordaba, a través de un escrito que se repartió a la prensa en la presentación de ayer, que estuvo en Eivissa cuando en Alemania todavía no sabían si acentuar la pronunciación en la primera o en la segunda sílaba: «Entonces era un destino secreto», muy lejos del «turismo masivo». Este ingeniero en telecomunicaciones, veterano de la Luftwaffe, comenzó a formarse en la fotografía en 1949 y llegó a la isla con el equipo necesario para realizar un reportaje en el que quería «interpretar la vida de la calle».
Más allá del valor artístico de las fotografías, Torres destaca su importancia «como testimonio documental». Los Vontin se alojaron en el hotel Bahía de Sant Antoni, desde donde salían sus expediciones. Gracias al interés del reportero por reflejar a las personas es posible «reencontrarse con familiares, amigos» o incluso con uno mismo retratado hace más de cinco décadas atrás. La muestra ya se ha podido visitar en Sant Antoni y Sant Agustí.

Fuente: Diario de Ibiza