El Centro Andaluz de Fotografía viaja al corazón de la violencia de la mano de Isabel Muñoz
La fotógrafa barcelonesa retrata a miembros de las maras salvadoreñas en el interior de las cárceles
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Miembro de una 'mara'. Foto: Isabel Muñoz. |
Estado Español.- En este trabajo Isabel Muñoz ha logrado algo inusual: moverse dentro de las cárceles de El Salvador entrando en contacto directo con los presos y que éstos le cuenten sus historias en primera persona, a través de las marcas de su piel. Consigue así por vez primera desvelar los secretos de sus tatuajes ante nuestros ojos. Pero lo más destacable es que ha sabido encontrar la belleza, incluso en las simas más atroces de la realidad.
Titulada Maras. La cultura de la violencia, esta exposición está formada por tres series: en primer lugar retratos de gran formato en blanco y negro, realizadas con la técnica de platinotipia; en segundo lugar imágenes en color de los presos en las cárceles, y por último de los mareros con sus familias. Para todas las fotografías de gran formato, la autora ha empleado una técnica muy antigua que utiliza las sales de platino para proporcionar una riqueza de tono y textura, imposibles de lograr con cualquier otro método.
Permanecerá expuesta hasta el próximo 9 de marzo en la sede del CAF, ubicada en el antiguo Liceo de Almería, edificio que cuenta con una amplia zona expositiva. Dentro del Ciclo Fotográfico de Mujeres, la siguiente exposición que acogerá el Centro Andaluz de la Fotografía, será “Cabo de Gata. Más allá de la realidad”, de Margarita González, una de las profesionales de paisaje en nuestro país.
El propósito es continuar con la línea de investigación que este centro está llevando a cabo sobre esta temática, y que se desarrollará en profundidad en los dos grandes eventos que organizará el CAF en Almería: el I Encuentro Internacional de Centros de Fotografía de 2008 y la Bienal de Fotografía y Paisaje en 2009. Para ello, se intentará dar a conocer no sólo una, sino todas las versiones posibles de lo que se entiende por paisaje, tratándolo desde distintas miradas para ayudar a configurar una visión abierta e interrelacionada.
Maras
El fenómeno de las pandillas surgió en los años sesenta en Estados Unidos, concretamente en Los Ángeles, desde donde se ramificaron a otras ciudades. Durante la crisis económica posterior, tomaron las calles y proliferaron aun más hasta contabilizarse más de 1.000 pandillas. Entre 2000 y 2004 Estados Unidos expulsó a 20.000 delincuentes a sus países de origen.
En estos lugares, las violentas organizaciones juveniles se reorganizaron y fortalecieron, convirtiéndose en uno de los mayores focos de inseguridad en América Latina. Allí defienden y luchan por marcar su territorio, desarrollan su propia jerga, mezcla de otros lenguajes sólo entendibles por sus miembros, tatúan sus cuerpos con siniestras iconografías de culto al diablo y la muerte como calaveras, cruces gamadas, dragones, lágrimas de sangre, etc.
Isabel Muñoz está considerada una de las más prestigiosas fotógrafas actuales. Con sus series dedicadas al flamenco, los toros y las danzas orientales, donde consigue decir lo indecible, ocultándose tras la aparente seducción de las imágenes de los cuerpos que bailan, juntándose, soltándose; transformándolo en danza, en tensión.
También se ha volcado en dejar testimonio de su mirada a los desfavorecidos en trabajos anteriores, como los dedicados a las niñas prostituidas de Camboya o la devastación producida por los terremotos de Bam, trabajos por los que ha obtenido amplio reconocimiento internacional.
Fuente: El cultural
Titulada Maras. La cultura de la violencia, esta exposición está formada por tres series: en primer lugar retratos de gran formato en blanco y negro, realizadas con la técnica de platinotipia; en segundo lugar imágenes en color de los presos en las cárceles, y por último de los mareros con sus familias. Para todas las fotografías de gran formato, la autora ha empleado una técnica muy antigua que utiliza las sales de platino para proporcionar una riqueza de tono y textura, imposibles de lograr con cualquier otro método.
Permanecerá expuesta hasta el próximo 9 de marzo en la sede del CAF, ubicada en el antiguo Liceo de Almería, edificio que cuenta con una amplia zona expositiva. Dentro del Ciclo Fotográfico de Mujeres, la siguiente exposición que acogerá el Centro Andaluz de la Fotografía, será “Cabo de Gata. Más allá de la realidad”, de Margarita González, una de las profesionales de paisaje en nuestro país.
El propósito es continuar con la línea de investigación que este centro está llevando a cabo sobre esta temática, y que se desarrollará en profundidad en los dos grandes eventos que organizará el CAF en Almería: el I Encuentro Internacional de Centros de Fotografía de 2008 y la Bienal de Fotografía y Paisaje en 2009. Para ello, se intentará dar a conocer no sólo una, sino todas las versiones posibles de lo que se entiende por paisaje, tratándolo desde distintas miradas para ayudar a configurar una visión abierta e interrelacionada.
Maras
El fenómeno de las pandillas surgió en los años sesenta en Estados Unidos, concretamente en Los Ángeles, desde donde se ramificaron a otras ciudades. Durante la crisis económica posterior, tomaron las calles y proliferaron aun más hasta contabilizarse más de 1.000 pandillas. Entre 2000 y 2004 Estados Unidos expulsó a 20.000 delincuentes a sus países de origen.
En estos lugares, las violentas organizaciones juveniles se reorganizaron y fortalecieron, convirtiéndose en uno de los mayores focos de inseguridad en América Latina. Allí defienden y luchan por marcar su territorio, desarrollan su propia jerga, mezcla de otros lenguajes sólo entendibles por sus miembros, tatúan sus cuerpos con siniestras iconografías de culto al diablo y la muerte como calaveras, cruces gamadas, dragones, lágrimas de sangre, etc.
Isabel Muñoz está considerada una de las más prestigiosas fotógrafas actuales. Con sus series dedicadas al flamenco, los toros y las danzas orientales, donde consigue decir lo indecible, ocultándose tras la aparente seducción de las imágenes de los cuerpos que bailan, juntándose, soltándose; transformándolo en danza, en tensión.
También se ha volcado en dejar testimonio de su mirada a los desfavorecidos en trabajos anteriores, como los dedicados a las niñas prostituidas de Camboya o la devastación producida por los terremotos de Bam, trabajos por los que ha obtenido amplio reconocimiento internacional.
Fuente: El cultural
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