domingo, 7 de octubre de 2007

Recordando a Korda, el fotógrafo que 'inmortalizó' al Che

CUBA-Alberto Díaz Gutiérrez (Korda) tenía dos grandes pasiones: la fotografía y el amor por las mujeres. De figura delgada, mediana estatura, siempre con una barba que le daba aspecto de diablo bondadoso, decía que la clave de su éxito en la fotografía y con las damas estaba en una frase del libro El Pequeño Príncipe de Antoine Saint-Exupéry: «Sólo se ve con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos».

Esa mirada, la que se hace con el corazón, fue la que le permitió atrapar durante unos segundos la imagen del rostro rebelde y desafiante del guerrillero Che Guevara aquella tarde lluviosa del 5 de marzo del año 1960. Se celebraba entonces un multitudinario mitin en la capital cubana para rendir homenaje a las víctimas del vapor La Coubre, que había estallado, por un supuesto sabotaje, mientras se desembarcaban armas adquiridas en Bélgica para defender la revolución de las amenazas bélicas de Estados Unidos.
El Che Guevara se asomó a la tribuna justo en el momento que Korda miraba hacia allí a través del visor de su cámara Leica. Cuando vio el rostro del Che en su lente, sintió una especie de estremecimiento en su cuerpo y disparó el obturador de la cámara. Esa estampa del Che Guevara se convirtió después de la muerte del famoso guerrillero en una de las fotografías más relevantes del siglo XX.
Su nombre artístico, Korda, era la firma comercial del estudio fotográfico que abrió en La Habana en el año 1953. Lo había tomado de dos hermanos húngaros que trabajaban con un famoso productor de cine inglés de aquella época. Korda, en ese entonces, fundó en la isla la fotografía de publicidad y de modas. Ello lo llevó a conocer a Norka, una modelo cubana de extraordinaria belleza que llegó a trabajar en Francia con Christian Dior, de la que lógicamente se enamoró y con la que se casó. De ese matrimonio nacieron los dos primeros hijos, Norka y Fidel. Posteriormente, Korda se estableció como pareja otras cinco veces.
Siempre contaba con orgullo que estuvo junto a Fidel Castro durante 10 años haciéndole fotos y que en los 12 mil negativos hay imágenes del líder cubano en todo tipo de posiciones y posturas. Una de esas fotos, la que más risa le daba al contarla, fue cuando Castro durante una visita a la ex URSS intentó esquiar en un río congelado y terminó cayéndose «patas arribas».
Del Che, Korda decía que para hacerle una foto había que ganársela. Por ello nunca olvidó la anécdota de cuando fue a fotografiar al Che en una plantación de caña de azúcar y el Comandante Guevara lo mandó a cortar caña de azúcar durante una semana y le dijo: «Cuando termines nos vemos para las fotos».A pesar de los «encontronazos» que tuvo con el Comandante Guevara, Korda siempre tuvo una extraordinaria admiración por el mítico guerrillero. Cuando su afamada foto del Che fue usada el pasado año por una campaña publicitaria del vodka Smirnoff en el Reino Unido, Korda estableció una demanda ante los tribunales que terminó ganando.
Pero la extensa obra fotográfica del artista también recoge la principal iconografía de los principales momentos históricos de la revolución cubana. Algunas de ellas aparecen publicadas en libros editados en España, Italia y Japón.Alberto Díaz (Korda) nació en el barrio del Cerro, La Habana, el 14 de septiembre de 1928 y era hijo único de un matrimonio que se deshizo cuando él tenía 12 años. Aprendió de su padre el amor por el mar, lo que le llevó a fundar, en 1969, el departamento de fotografía subacuática de la Academia de Ciencias.
Durante años se dedicó a fotografiar toda la flora y fauna submarinas que existen en la plataforma insular de Cuba. Korda debía de regresar este domingo a La Habana. Pero la muerte, un infarto del corazón, lo sorprendió en París. Tenía 72 años.

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Fuente: Iberarte