Albarracín muestra al Che Guevara “fotógrafo antes que comandante
Gervasio Sánchez lleva siete aos al frente del curso
Más de 200 profesionales han debatido en Albarracín sobre fotografía dentro del VII Seminario organizado por Gervasio Sánchez, fotoperiodista y reportero de guerra. Uno de los aspectos analizados ha sido la figura de Ernesto Che Guevara como fotógrafo, una faceta inédita de este revolucionario.
Estado Español (Teruel).-La figura como fotógrafo de Ernesto Che Guevara y la actitud ética ante avalancha informativa de la actualidad han centrado buena parte del VII Seminario de fotografía y periodismo dirigido por Gervasio Sánchez, corresponsal de guerra de Heraldo de Aragón. Un año más se han reunido alrededor de 200 expertos para hablar de fotografía en un curso organizado por la Fundación Santa María de Albarracín, unas jornadas que año tras año incrementan su prestigio. En siete ediciones se ha pasado de 125 alumnos como máximo a más de 200.
Una de las claves del éxito está en la calidad de los temas y de los ponentes que se desplazan hasta Albarracín, además de las buenas instalaciones que tiene la Fundación Santa María, la gastronomía o la misma ciudad, explica el responsable del curso. Además, el seminario tiene un sistema de becas que premia el trabajo de los cinco mejores alumnos que se dan cita en Albarracín, lo que constituye un estímulo más, explica Gervasio Sánchez.
Una de las claves del éxito está en la calidad de los temas y de los ponentes que se desplazan hasta Albarracín, además de las buenas instalaciones que tiene la Fundación Santa María, la gastronomía o la misma ciudad, explica el responsable del curso. Además, el seminario tiene un sistema de becas que premia el trabajo de los cinco mejores alumnos que se dan cita en Albarracín, lo que constituye un estímulo más, explica Gervasio Sánchez.
Diferentes generaciones y tendencias
Estos alicientes han permitido que en 2007 se hayan reunido en este seminario numerosos becarios de años anteriores, lo que unido a la presencia de varias generaciones de fotógrafos y de artistas de diferentes estilos (moda, fotoperiodismo, cine, arte, etc.) contribuye a que este curso sea una referencia en muchos lugares de España.
Los principales atractivos de este año han sido las conferencias de Jon Lee Anderson, sobre la actitud ética de los periodistas en la guerra, y la conferencia de Joseph Vicent Monzó sobre la faceta, poco conocida, del revolucionario Ernesto Che Guevara. Anderson abogó por un periodismo más visual y profundo, con mayor carga ética que en la actualidad y que este vigilante a las novedades que en este campo han introducido las nuevas tecnologías, en especial el retoque fotográfico.
Este periodista americano, escritor de varios libros y presente en numerosos conflictos bélicos, apuesta por un periodismo más elaborado para defenderse de la avalancha informativa diaria que puede llegar a abrumar al lector. Entre estas propuestas se encuentra la de realizar un periodismo más visual, como el que redacta en sus noticias de The New Yorker. Unas crónicas que impacten por su narrativa y fuerza visual.
Che fotógrafo
Por su parte, el responsable de fotografía del IVAM, Vicent Monzó, ha presentado una vertiente escasamente conocida del Che Guevara como es su faceta de fotógrafo. Según Gervasio Sánchez, este revolucionario “se consideraba fotógrafo antes que comandante” y era habitual verle con una cámara colgada al hombro en muchas de sus apariciones.
Gervasio Sánchez y su equipo de colaboradores en una sesión de trabajo
Además, el Che se dedicó de forma profesional a la fotografía antes de su periplo guerrillero. Era un apasionado de la fotografía y llegó a ganarse la vida como fotógrafo ambulante en los parques y jardines de México y como periodista de una agencia argentina durante los Juegos Panamericanos de 1955 en Ciudad de México, según comenta Gervasio Sánchez.
Las fotografías más importantes fueron realizadas por el Che Guevara desde 1951 (año de sus viajes en moto por toda Sudamérica con su amigo argentino Alberto Granado) hasta 1966, un año antes de ser asesinado, pasando por los años en los que dio la vuelta al mundo como embajador especial de Cuba.
Monzó descubrió esta faceta inédita de Ernesto Guevara en sus viajes a Cuba para entrevistarse con su viuda, Aleida, que le mostró numerosas cajas de zapatos con cientos de fotos realizadas por el Che, ya que este guerrillero siempre llevaba al cuelo una cámara fotográfica, tanto en plena revolución como de viaje.
Muchas de estas imágenes se tratan de autorretratos durante sus viajes como embajador a varios países, así como de algunas imágenes paisajísticas de México o retratos a amigos y desconocidos que se cruzaron en su camino. Además, hay fotos tomadas en su segundo viaje por América iniciado en 1953 y de su gira como embajador itinerante de Cuba por El Cairo, Damasco, India, Birmania, Tailandia, Singapur, Hong Kong, Ceilán, Pakistán, Toledo, Marruecos y Japón.
En estas instantáneas se reflejan escenas callejeras, ruinas arqueológicas, interiores de fábricas, retratos de personajes públicos y anónimos, composiciones abstractas y un autorretrato en color que es un nuevo icono visual de la figura mítica del Che. También se incluyen fotografías donde los picados y contrapicados son utilizados con el objetivo de mostrar los avances tecnológicos de las nuevas industrias cubanas.
Fuente: Aragon Digital
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