Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *El mes de las fotos
Para quienes somos amantes de la fotografía y hemos abrazado esta actividad como parte de nuestra vida, el arte de fijar y reproducir objetos en un trozo de gelatina de plata sobre papel significa el mes de septiembre la consolidación de lo que hace casi un siglo no quería ser aceptado: el hecho de considerar a la fotografía como disciplina artística.
Se le consideraba un oficio, algo indigno de alguna galería hasta que, en París, Francia se dio cabida a las primeras muestras del arte de Daguerre y Niepce, considerados como los “padres de la fotografía”.
En todo el mundo hubo un desarrollo importante durante décadas, hasta llegar, hace unos veinte años, al impulso que tiene hoy la fotografía digital, que, pese a que muchos afirman que no tiene la calidad necesaria, ha desbancado las viejas técnicas de revelado con químicos y reacciones sobre las sales de plata por los pixeles y los chips electrónicos. La fotografía digital es una realidad que ahora todos manejamos en forma incipiente, práctica, técnica o profesional.
El Instituto Nacional de Bellas Artes creó hace años el Centro de la Imagen, que es, digamos, la parte material del área fotográfica. El Centro ha destacado en todos sentidos esta interesante actividad y ha propiciado su crecimiento en nuestro país, con una serie de actividades que van desde una conferencia hasta una bienal.
La fotografía toma su papel protagónico en el mundo y obviamente en México.
El Centro de la Imagen tuvo a través de sus directivos, la idea de promocionar aún más esta disciplina y creó “Fotoseptiembre”, un concepto que tenía como objetivo principal motivar a los que gustamos de la foto a dar a conocer la actividad y el trabajo cotidiano, el arte a través de la gelatina de plata.
El concepto Fotoseptiembre tenía una idea interesante, y en todo el territorio se promovió a través de institutos y centros de cultura, con la idea de unificar la promoción: en todos los rincones había exposiciones fotográficas, cobijadas por el logotipo del evento que logró unir a los fotógrafos del país en una sola actividad.
Hemos sido muchos los que hemos participado. Cuando Manuel Cavazos Lerma era gobernador de Tamaulipas, a través del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes –CECAT- que dirigía Guillermo Lavín Santos del Prado, tuvimos oportunidad de participar algunos fotógrafos tamaulipecos en el proyecto nacional: el CECAT nos convocó a hacerlo y fuimos algunos los que respondimos al llamado: en Tampico, ese magnifico fotógrafo de apellido Camero, en la frontera, varios artistas, y en la capital de Tamaulipas participamos otros amantes del arte de la imagen fija, entre los que se puede recordar a José Luis Pariente. Las exposiciones tenían el respaldo del Centro de la Imagen y del INBA, así como de autoridades estatales de cultura.
Recordamos que se editaban hermosos anuarios en los que se ponía de manifiesto el cúmulo de muestras: más de 800 exposiciones a lo largo y ancho del país fueron parte del proyecto en esos años de intensa promoción.
En la biblioteca tenemos un par de anuarios de esos años en los que fuimos convocados. Ahora, todo es distinto.
Muchas cosas se han dejado en el cajón o el archivero; Fotoseptiembre pasó a ser, de la más importante muestra fotográfica nacional a un simple recuerdo. Hoy, las autoridades de cultura olvidaron convocarnos en este año para participar, y todo hace suponer que Tamaulipas no está representado, al menos, en forma institucional, dentro de Fotoseptiembre, uno de los grandes sueños de los fotógrafos hechos realidad.
¿Qué sucede? ¿Por qué no se hizo nada? Sencillo: porque no existe el menor interés en fomentar a la fotografía y se han olvidado de quienes hemos dedicado muchos años de nuestra vida a hacer de ésta una actividad testimonial.
Ha de disculpar el lector por la grave omisión, pero la semana que ha concluido tuvimos la oportunidad de disfrutar de un verdadero “banquete fotográfico” en el Centro Cultural Tamaulipas, de un excelente exponente de este arte cuyo nombre escapó de la libreta de notas y la memoria. La muestra no era buena: era magnífica, excelente, excelsa. Disfrutamos una a una las imágenes, en blanco y negro de esta muestra.
Es una verdadera lástima que el Instituto Tamaulipeco de Bellas Artes haya minimizado la importancia de esta actividad, sin embargo, aún tenemos la oportunidad de participar en la muestra colectiva “Cien Imágenes” que, curiosamente, se lleva a cabo en septiembre, aunque no dentro del programa nacional de Fotoseptiembre.
Nos hemos quedado al margen de la muestra por un lamentable olvido de quienes administran la cultura en Tamaulipas. Nada hay más lamentable que no dar el lugar que tiene el arte de la fotografía en un estado cuyo progreso está manifiesto en casi todas las formas de expresión.
Ojala el llamado de atención sirva para que los administradores de la cultura entiendan que los artistas estamos tristes por haber sido marginados, por un simple y grave error burocrático. Claro, tienen otros intereses, y se olvidaron de los artistas, para variar.
Comentarios: santamariaochoa@prodigy.net.mx
Atentamente:Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa
Fuente: En linea directo
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