Fotografía de Jessica Gimenez "Ellas", expuesta en la muestra LaColectiva

Argentina.- La agrupación autogestionada genera espacios de producción colectiva de fotos. Están llevando adelante en el CEC la cuarta Muestra anual con más de 150 autores argentinos y del exterior. La creatividad se despliega en una instancia de aprendizaje compartido.
¿Quién no sacó alguna vez una foto? ¿Quién no buscó el mejor punto de vista con esa vieja camarita casera? La fotografía como disciplina tiene esa generosa cualidad de poder ser practicada por la mayoría de las personas. Aunque sacar buenas fotos implica dedicación, paciencia, práctica y aprendizaje, como en cualquier otra profesión, la mayoría de nosotros alguna vez agarró una cámara o fue fotografiado/a. No pasa lo mismo con un pincel o un piano, el arte fotográfico tiene una interesante condición de apertura. Potenciando esa aptitud, fotógrafos rosarinos conformaron hacia fines de 2003 LaColectiva, una agrupación autogestionada que genera acciones artísticas a partir de producciones fotográficas.
Luego de una feria de fotos realizada en la sala Lavardén notaron que había un vacío en relación a la disponibilidad de lugares de encuentro y de exposición para fotógrafos, profesionales o no. La gran cantidad de gente que allí se acercó a mostrar sus producciones y a conocerse entre sí, fue un indicio de que había una necesidad latente de abrir el juego a una nueva dinámica de creación y difusión entre los fotógrafos independientes. Entre mate y mate los integrantes de LaColectiva nos contaron sobre el proyecto que paulatinamente va sumando artistas e inquietudes. “En los años críticos 2002, 2003 es como que la gente buscó reorganizarse, hubo una especie de boom de ferias y actividades de este tipo, en ese contexto es que nace la feria de fotos. Fue una experiencia positiva y una especie de descubrimiento de muchísima gente de la ciudad que produce fotos”, explica Luis Vignoli. “Sumado a eso está la pluralidad, la nuestra es una propuesta abierta y en el mejor sentido de la palabra aparecen expresiones absolutamente distintas y creo que eso nos caracterizó desde el primer momento, como un lugar de encuentro”, agrega Rodrigo Roger.
Este punto de encuentro fue también indispensable en la constitución grupal, varios de los integrantes se fueron acoplando luego de haber expuesto sus obras en las muestras anuales. “Cada uno desde su formación o desde su lugar puede justamente encuadrar un punto de vista. Tenés estudiantes de psicología, de sociología, ingenieros, arquitectos, antropólgos o remiseros, cada uno tiene su forma de ver las cosas”, continua Luis. “Es un trabajo voluntario, en general no vivimos de la fotografía. LaColectiva no es una actividad comercial, tampoco una PYME, es otra cosa, la capitalización de esto pasa por cuestiones humanas y culturales”, explica Gregorio Basualdo.

Las Cacho
El año pasado crearon la Clínica Abierta, Colectiva y Horizontal (grupalmente conocidas como Cacho). Se desarrollan a través de las reuniones semanales donde se da el intercambio artístico de trabajos terminados o en proceso de realización. Las Cacho a su vez son una excusa para hablar y opinar entre todos sobre las obras. “Las primeras Cacho eran como una presentación grupal luego de conocernos en las muestras. El autor llevaba las obras y entre todos opinábamos sobre esas fotos, y así se empezar a cruzar. Sobre obras del autor individualmente, este año hacemos algo superador de eso, ya conociéndonos le sumamos la influencia del trabajo del otro, y así generamos un producto realmente colectivo. Entonces las Clínicas funcionan como espacio de producción grupal y de desarrollo colectivo”, agrega Luis.

Esquivando el exitismo individual
A la hora de organizar el material para la muestra no hay un curador que seleccione las fotos, no se manejan con los criterios de los concursos, en esta propuesta abierta y plural se incluyen todos los trabajos. “Confiamos en el autor, que va a producir de acuerdo a sus posibilidades, a sus recursos, su saber; que va a presentar lo mejor de sí, a eso apostamos. Y la gente siempre trabajó muy bien”, asegura Luis. “Buscamos algo cercano a lo que sería una curaduría colectiva, no es un cuerpo colegiado de jurado, las curadurías se van dando también en las Cacho, allí entre todos conversamos sobre la obra de otro, buscar nuevas alternativas, reconstruimos las obras”, señalan. Hay gente que no participa de una muestra colectiva porque prefiere a lo mejor algo más privado. Así como tiene la posibilidad de apertura, el medio fotográfico también incentiva en algún punto al exitismo individual. “Creo que hay un poco de temor de encontrarse con el otro. Encontrarse con la obra de otros muchas veces desnuda los propios miedos, las propias miserias. Y no es fácil, hay una falta de práctica de esto, es todo un aprendizaje”, dice Luis.

Ponete para la foto
Los fotógrafos agrupados consideran la instancia de exposición como un punto de partida y de llegada que se renueva año a año. Desde el cuál se contactan con nuevos autores que proponen disparadores para seguir trabajando. En estos días inauguraron la cuarta Muestra Anual de fotos en el Centro de Expresiones Contemporáneas, que reúne a más de 150 autores de nuestro país y el exterior. En ese marco organizaron una serie de actividades pensando en la trasmisión de experiencias, talleres de pensamiento, producción colectiva de imágenes, charlas y encuentros. “Los diez días de exposición y de actividades son sumamente importantes, lo que tenemos que hacer ahí es conocernos, trabajar y pensar cosas juntos”.
Otra de las compañeras, Carolina Setau agrega: “Antes pensábamos que éramos siempre los mismos, sin embargo este año hay muchísima gente nueva, de primer año de la carrera de fotografía, o que viene a hacer un taller. Eso es importante, gente que está entrando al medio, esto renueva la sangre del grupo”. En el grupo se ha ido instalando la autogestión como forma de organizarse, de trabajar abiertamente y en colectivo. Son independientes en lo que hacen, con esfuerzo lograron que la municipalidad les preste el lugar físico. Absolutamente todo es a base de dedicación y ganas compartidas. “Peleamos la impresión de los catálogos, de los folletos, ponemos plata entre nosotros para cubrirlo”, dicen. El vino de la inauguración de la Muestra, lo llevaron a la canasta un poco cada uno, ya que los posibles auspiciantes los tuvieron a las vueltas hasta último momento.
Han articulado acciones con las agrupaciones La Conjura TV, la cooperativa Mercado Solidario, con el Sindicato de Prensa. "El Sindicato nos sigue apoyando, también en lo económico”, explican. Los participantes de LaColectiva no se identifican con las formas de hacer política cultural en lo gubernamental. “Con el tiempo nos vamos convenciendo de que la forma de avanzar en este proyecto es buscando nosotros nuestra propia forma, encontrándonos con otros colectivos, con otra gente”, dice claramente Rodrigo.

Contactos:
Andrés Massera, TE: 0341 – 156 142903
Mail: lacolectivafotos@gmail.com

Fuente: enREDando