Chema Madoz, en el Centro de Investigación Artística de Ladines.
juan plaza

«El paisaje de Redes favorece el intercambio de información entre los que participamos en este curso»
chema madoz Fotógrafo, Premio Nacional en el año 2000

Ladines (Sobrescobio)
Lucía CORTINA

El fotógrafo Chema Madoz ha encontrado en el parque natural de Redes un remanso de paz en medio del ajetreo madrileño. Además, este entorno es un paraje evocador e inspirador de nuevos elementos con los que ilustrar sus instantáneas, en las que el objeto se convierte en protagonista indiscutible. Este artista, ganador del Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, imparte estos días un curso en el Centro de Investigación Artística que dirige en Ladines el también artista plástico lavianés Cuco Suárez. Bajo el título «El objeto y la mirada», Madoz trata de transmitir su método a los quince alumnos de toda España y un visitante foráneo, de Portugal, que participan en el seminario, que se clausura mañana.

-¿Cuándo comenzó su andadura profesional en el mundo de la fotografía?
-Empecé en torno a los años ochenta, aunque hubo en esta década varios años de tanteo durante los que comencé intentado generar unas imágenes que recogieran un lenguaje más propio. Fijé mi identidad en la fotografía en el año 1985 aproximadamente.

-¿Existe un denominador común en aquellas primeras instantáneas y las obras más recientes?
-Sí, podría ser el objeto. Al principio mi mirada no se centraba tanto en esto, aunque últimamente casi todas giran en torno a un elemento concreto. Con el paso de los años se han ido incorporando elementos de la naturaleza, carentes de una noción de uso, como el agua, el césped o las ramas de los árboles. Todos ellos tienen una óptica más cercana que el objeto concreto y enriquecen cualquier trabajo fotográfico.

-Sus imágenes son famosas por los montajes que realiza y de los que se consigue un cierto efecto óptico. ¿Cuál es el proceso de creación artística de estas fotografías?
-Es algo muy difícil de explicar, ya que no responden a un método o una forma determinada e invariable. Entre mis trabajos hay un poco de todo. Muchas de las fotos responden directamente a impulsos, distintos en cada ocasión. En otras, son el resultado de una forma de intentar poner en claro algo que he sentido ante una determinada situación o elemento; estas sensaciones se hacen latentes a través de la propia imagen. En otros casos, surgen de ideas previas. Una vez concebidas, busco los objetos que simbolizan o que representan esa idea. Es decir, hay casos en los que la inspiración parte del propio objeto y otras en las que buscas uno muy concreto.

-¿Qué momento vive la fotografía artística en España?
-Bajo mi punto de vista, no guarda una gran distancia con otros países a nivel de creación. Se está generando un trabajo que puede entroncar perfectamente con los que se están realizando dentro de las corrientes más internacionales. En España se hace hoy en día una fotografía de altura, aunque considero que aún existe alguna rémora en cuanto a la proyección de los trabajos de los profesionales dedicados a esto. Lo que es particularmente difícil es conseguir dar el paso hacia la difusión de estos trabajos a nivel internacional.

-¿Cuál es la temática del curso que imparte estos días en el Centro Artístico de Ladines?
-He decidido titular este seminario «El objeto y la mirada». Lo que trato en las clases es de hacer hincapié en la necesidad de disociar la fotografía con un cierto impulso inmediato, en el que las imágenes se deben elaborar a partir de la reflexión. También intento transmitir a los alumnos la necesidad de ser conscientes de cómo se puede condicionar la lectura de las mismas.

-Los participantes en el curso han tenido que elegir un objeto y trabajar sobre él en el transcurso del seminario. De los presentados hasta el momento, ¿hay alguno que le haya llamado especialmente la atención?
-Como en cualquier curso, hay diferentes niveles entre la gente que participa, ya que todos ellos están en momentos distintos de su trayectoria. Algunos aún están tratando de definir su propio lenguaje; otros ya lo tienen, y lo que hacen es buscar el camino a seguir. De los que he visto hasta el momento me ha gustado mucho una secuencia de fotografías en las que un inmigrante trata de borrar sus huellas dactilares arrancándolas con sus dientes. Considero que es un trabajo muy bien solucionado, tanto conceptual como visualmente.

-¿Qué opinión le merece la puesta en marcha de seminarios como el que estos días le ha traído hasta el parque natural de Redes?
-Creo que ésta es una propuesta muy atractiva e interesante. Esta escuela y centro de arte se encuentran ubicados en un lugar fantástico, de gran belleza. Creo que el estar rodeado de toda esta naturaleza permite establecer una relación muy especial con los alumnos. Este clima que aporta este paisaje favorece, en buena medida, el intercambio de información entre todos nosotros. Además, estoy encantado de poder tomar parte en este grupo y en una iniciativa como ésta.

Fuente: Ine.es