Andres Serrano
Andres Serrano nació el 15 de agosto de 1950 en Nueva York. Siendo muy joven, su padre, marinero de origen hondureño, abandonó el hogar familiar para volver a su país natal. Su madre, cubana, sufría ataques psicóticos que le obligaban a permanecer ingresada con cierta frecuencia. Siendo todavía un niño, Andres Serrano vivió durante una temporada en Honduras. Había ido allí con su madre a visitar al padre, que vivía con tres mujeres al mismo tiempo, alternando periodos con cada una de ellas. En Honduras su madre sufrió la primera crisis nerviosa, por la que tuvo que ser ingresada en el hospital. Durante ese tiempo Serrano vivió en la selva, en la finca de su abuela paterna, hasta que su madre volvió a buscarlo para llevárselo de vuelta a Nueva York. Se crió en Williamsburg, Brooklyn, barrio en el que predominaban las familias de origen italiano. Con dieciséis años volvió a Honduras a visitar a su padre, la relación entre ambos no continuó después de esta visita.
Su infancia y juventud se vio marcada por la religión católica, ya que creció en un ambiente muy devoto, y por el estigma de la enfermedad mental de su madre. Siempre tenía vergüenza de que la gente supiese que su madre estaba ingresada en el hospital, y peor aún, cuál era la enfermedad que padecía. A esto había que unir el temor a desarrollar el mismo mal que su madre. En 1983 realizó una fotografía, titulada Memory, inspirada en los recuerdos que tenía de Honduras.
Memory, 1983.Cibachrome, 104 x 156 cm. Edición 1/10.
Pronto demostró su interés por el arte. Después de una visita escolar al Metropolitan Museum of Art, el joven Andrés comenzó a acudir periódicamente al museo, para estudiar las obras allí expuestas. Se sentía atraído por las grandes obras religiosas renacentistas, y mostraba especial predilección por las obras de El Bosco. Allí asimiló la forma de transmitir los conceptos de pecado o de cielo e infierno, que tenían los grandes maestros del arte.
Pero su interés por la religión católica es meramente estético, ya que, nada más confirmarse, con trece años abandonó la Iglesia para siempre. Supo desde muy joven que quería ser artista, y encaminó sus pasos para lograr este objetivo. Siendo un adolescente de quince años dejó el instituto, para matricularse en 1967 en el Brooklyn Museum of Art School, centro en el que no se exigía a sus alumnos que tuviesen estudios previos, y que estaba abierto a cualquiera que quisiese iniciarse en el mundo artístico. Allí recibió nociones de pintura y escultura, en clases que duraban alrededor de cuatro horas diarias. Finalizó sus estudios en 1969.
Andres Serrano pronto se dio cuenta de que la pintura no era el medio artístico al que consagrar su carrera. Cuando una compañera le prestó una cámara fotográfica para que hiciese pruebas con ella, se dio cuenta de las amplias posibilidades que le ofrecía este medio para realizar retablos que plasmasen su relación con la realidad que le rodeaba. Pero el inicio de su carrera artística tuvo que esperar porque con veintiun años comenzó a consumir drogas. Como el propio artista narra en una entrevista concedida a María Otamendi, vivió una época de experimentación en la que las drogas eran sólo una experiencia más1.
Cynthia Karalla. Andres Serrano portrait.
Con veintiocho años consiguió abandonar ese camino, y comenzó a trabajar como ayudante del director artístico de una empresa de publicidad. Esta experiencia le permitió familiarizarse con la fotografía, y adoptarla definitivamente como medio de expresión artística. Pero en contra de lo que pueda parecer, Andres Serrano no se considera un fotógrafo al uso. El no quiere registrar la realidad, sino crear sus propias realidades para luego fotografiarlas.
A finales de los años ochenta llegó el salto a la fama, propiciado por una única obra, Piss Christ. Esta fotografía en la que se puede ver un crucifijo de plástico dentro de un vaso de orina del propio artista, generó una polémica que situó a Serrano en el punto de mira de la opinión pública estadounidense.
La obra fue premiada en el concurso Awards in the Visual Arts, organizado por el Southeastern Center for Contemporary Arts, y participó junto con las obras de otros nueve artistas por todo el país. El National Endowment for the Arts había donado 15.000 dólares para financiar el traslado de las obras entre los diversos centros donde se iba a inaugurar la exposición.
Cuando finalizó la exposición en su última sede, el Virginia Museum of Fine Arts, un visitante del museo, indignado por la obra de Serrano, escribió al periódico local, quejándose por lo que creía una grave ofensa hacia la Iglesia Católica. El ejemplar en el que apareció publicada la carta cayó en manos del presidente de lan asociación ultraconservadora cristiana American Family Association, Donald Wildmon, quien rápidamente escribió una carta animando a sus lectores a que dirigiesen sus quejas al Congreso y al Senado de los Estados Unidos solicitando que no se destinasen fondos públicos para financiar obras de arte que insultaban, según ellos, a la Iglesia Católica.
Piss Christ, 1987.Cibachrome, silicona, plexiglás, marco de madera, 69,9 x 101,6 cm; enmarcada 83,2 x 114,3 cm.
La polémica estaba servida. Ante el miedo de perder votos de los sectores más conservadores de la sociedad, no fueron pocos los que apoyaron a Wildmon en su petición, con el senador Jesse Helms a la cabeza, sin que muchos de ellos fueran tan siquiera capaces de identificar la obra de Serrano. De hecho, en esta serie había otras obras, como Madonna and child II, que podían resultar tan ofensivas o más que Piss Christ. Esta controversia, aunque entristeció al artista y le valió recibir amenazas de muerte, también le sirvió para relanzar su carrera y erigirse como un icono de la transgresión y la libertad de expresión, junto con artistas de la talla de Cindy Sherman o Robert Mapplethorpe.
Desde ese momento, su obra no se ha visto exenta de polémica. Cuando inauguró la serie A history of sex en el Groninger Museum, en el cartel editado para anunciar la exposición se podía ver a una mujer orinando en la boca de un hombre. Esta imagen suscitó un nuevo revuelo, por lo que el museo decidió cambiar el cartel por uno nuevo, blanco y negro, con una leyenda muy simple: “Museo de Groninger: tu decides”
Dos de las obras de Andres Serrano, Blood and Semen III y Piss and Blood han servido para ilustrar las carátulas de los discos del grupo heavy Metallica Load y ReLoad respectivamente. Fue Kirk Hammett, guitarrista de la banda, quien descubrió la obra al consultar un catálogo del artista en una librería y la propuso para que apareciese en los discos del grupo.
Disco de Metallica, Load.Andres Serrano. Blood and semen III.
Disco de Metallica, ReLoad.Andres Serrano. Piss and blood
Andres Serrano vive actualmente en Nueva York, en compañía de Luther, un dálmata. Se dedica a la colección de arte religioso de los siglos XVI y XVII. Cada cierto tiempo escribe colaboraciones en la revista New York Times Magazine.
Fuente: Centro-Museo Vasco de Arte Contemporaneo































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